Los cuerpos de 90 elefantes fueron encontrados cerca de un conocido santuario de vida salvaje en Botsuana, al sur de África.
Según ‘Elefantes sin fronteras’, una organización para la protección de la vida silvestre, es el número más alto de animales asesinados por cazadores furtivos que se ha registrado en el continente.
El país cuenta con la población de elefantes más grande del mundo. Los cazadores furtivos consiguen infiltrarse a través de sus fronteras, interesados principalmente en los colmillos de estos animales.