El plástico se ha convertido en un verdadero y grave problemas medioambiental. Es por eso que cada vez hay más iniciativas que buscan tanto la reducción de su uso, así como la reutilización de las miles de millones de toneladas que se acumulan en los basureros, pero también en plena naturaleza. Y una de las alternativas es su uso para la fabricación de las carreteras del futuro.
Un prestigioso físico colombiano desarrolló un sistema que permite la creación de carreteras usando plástico reciclado. Unas vías que además serían capaces de transportar electricidad, para por ejemplo alimentar la iluminación de la misma, e incluso alimentar las baterías de los coches eléctricos mientras se mueven.
Con experiencia trabajando en el departamento de materiales pasivos de Siemens y ahora co-propietario de la empresa alemana Magment, desarrolló un material usando plástico relleno de cerámica y dotado de propiedades magnéticas. Una solución que se topaba con la limitación al llegar a cierto límite y que impedía su uso a nivel industrial. Esto les llevó a volver al laboratorio para evolucionar esta tecnología, y lo hicieron usando cemento.
El sistema de estructuras de cemento para la transferencia de potencia inalámbrica inductiva de alta eficiencia tiene la peculiaridad de usar un material económico para la fabricación de asfalto para las carreteras, y puede reutilizarse de forma ilimitada.
Es una industria que cada año produce 300.000 toneladas de cerámica plástica, de las cuales 25.000 toneladas se convierten en residuos que podrían ser reutilizadas gracias a un producto que ha logrado ganar el prestigioso premio German Innovation Award 2018.
Este sistema cuenta con un enorme potencial para reducir los residuos plásticos en el planeta, permitirá recargar coches eléctricos, será más fácil y barato desarrollar cargadores inalámbricos.
La empresa ha llegado a un acuerdo con la ciudad finlandesa de Salo, donde pondrán en marcha un sistema de recarga dinámica de autobuses eléctricos. Una iniciativa que también extenderán a la localidad china de Changzhou, que también ha mostrado interés en esta tecnología y donde se pondrá en funcionamiento el segundo proyecto piloto.
