El pasado mes de julio, un trabajador del zoológico de Maryland, en Estados Unidos, encontró a una tortuga de tierra con varias fracturas en el plastrón, la parte del caparazón que cubre su vientre.
El animal fue operado para reconstruirlo, pero tenía dificultades para moverse y que la fractura sanara.
Era clave que el plastrón no tocara el suelo durante el proceso de curación, así que un estudiante de medicina que trabajaba en el zoo llamado Garrett Fraess tuvo una idea original: crear una silla de ruedas para la tortuga con piezas de Lego.
Fraess habló con un amigo que es fan de estos juguetes de construcción y unas semanas después, el animal recibió la silla de ruedas. Los veterinarios del zoo de Maryland creen que la tortuga necesitará esta original ortopedia hasta la próxima primavera. Cuando esté recuperada, será puesta en libertad.