Los gorilas de montaña siguen en vías de extinción. Sin embargo, los riesgos de que se vean abocados al exterminio han disminuido en los últimos meses.
Tanto, que, según los registros del último informe de la Fundación Internacional Dian Fossey, el número de primates que puebla el planeta ha incrementado de los 680 ejemplares a los mil. Un dato esperanzador que ha permitido a los mamíferos salir de la lista roja de especies en riesgo ‘crítico’ de desaparición.
Con sus espaldas plagadas de pelo negro y protegidos entre ramajes verdes, estos gorilas habitan en una zona protegida de unos 792 km² ubicada en República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda. Una zona que se encuentra rodeada por un territorio agrícola cada vez más creciente.
Precisamente es esto, la presencia cercana de seres humanos lo que pone en riesgo el porvenir de los fornidos primates, sea por la transmisión de enfermedades que portan las poblaciones locales o por el desbordamiento de la caza furtiva.
Pese a los peligros, la esperanza parece haber llegado para estos animales por primera vez en mucho tiempo. En parte, por el trabajo de las comunidades locales que han empezado a participar de manera manifiesta en actividades a favor de su conservación.