París declaró la guerra a la contaminación de los automóviles para mejorar el aire de la capital francesa. El alcalde parisino pretende reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora, en varias zonas y prohibir la circulación de los vehículos de más de 17 años.
En la últimaa década, el 40% de los habitantes de París ha renunciado al automóvil y ha optado por los transportes públicos y la bicicleta. Este dato es muy importante para una gran ciudad. Sin embargo, el Ayuntamiento quiere limitar todavía más la circulación de autos con el objetivo de mejorar el aire en la ciudad bañada por el río Sena.
Entre las medidas más polémicas destaca la reducción del límite de velocidad a 70 kilómetros por hora, en el cinturón periférico de París, cuando hoy en día se puede circular a 80 kilómetros por hora. No obstante, este proyecto no cuenta con el apoyo del Automóvil Club.
Por otro lado, la Asociación Nacional para la Prevención y Mejora de la Calidad del Aire considera que la rebaja de la velocidad no resuelve por sí sola el problema de la contaminación.
Las propuestas del Ayuntamiento de París han provocado una auténtica avalancha de críticas, especialmente de los habitantes de la periferia, que consideran que el alcalde Bertrand Delanoe quiere hacer de París una ciudad sin coches, para solteros y ricos.
Así, los habitantes de la perifería argumentan que los capas más pobres de la ciudad tuvieron que irse a la periferia. Ahora estas personas trabajan enParís y necesitan el coche para acudir a su puesto de trabajo o bien perder mucho tiempo usando los transportes públicos parisinos.
Por último, la Asociación para la Mejora de la Calidad del Aire ha señalado que vivir 30 años en la capital gala significa perder 9 meses de esperanza de vida debido a la contaminación.