En un esfuerzo por limitar el calentamiento global y la crisis climática, la comunidad científica ha llamado a reducir la producción animal en países con ingresos altos y medios.
La carta dirigida a los ministros del clima refiere a la urgente necesidad de declarar una “cuota máxima de producción ganadera” para tener una opción más posible de mantenernos bajo el límite de los 1,5°C que se decidieron en el Acuerdo de París.
Los animales, también responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero
Hoy, los animales de granja son los responsables del 16,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Si esto no disminuye, la ganadería utilizará el 49% del presupuesto permitido por el Acuerdo de París para 2030 y la totalidad del mismo para 2050.
Esta iniciativa está siendo liderada por la doctora Helen Harwatt, docente de Políticas Climáticas y Alimentarias del programa de Derecho Animal de la Universidad de Harvard, junto con cuatro coautores de India y Estados Unidos. Más de 50 renombrados científicos de todo el mundo han firmado esta carta antes de su publicación, y otros más serán bienvenidos a unirse.
Vinculando la comunidad académica con la sociedad civil, el pedido también es apoyado por 50by40, un colectivo de 35 ONGs que trabajan para promover un sistema alimentario más compasivo y justo. En Argentina, la ONG Sinergia Animal es parte de la iniciativa.
Junto con otras 28 organizaciones sin fines de lucro, 50by40 también ha firmado por las demandas de esta carta – construyendo una causa potente en la transformación del sistema alimentario global por el cambio climático.
Hablando al respecto, la Dra. Helen Harwatt comenta que, “Los meses por venir son un tiempo crucial para que quienes generan las políticas revisen sus contribuciones por país. Nosotros proponemos que para obtener la profunda transformación que necesitamos en el sector agrícola, los países con ingresos medios y altos se comprometan con un número máximo, en su producción nacional, de cada especie de ganado, y donde sea posible reemplacen con alimentos como legumbres, granos, nueces, frutas y verduras, con el objetivo de minimizar la emisión de gases de efecto invernadero y maximizar el potencial de los beneficios para la salud pública.”
En la construcción de una respuesta para ambos frentes, tanto el aumento de la población como la demanda, el profesor Matthew Betts dijo que “más de un tercio de la tierra del planeta está siendo utilizada para la producción alimentaria y se espera que la demanda aumente de forma masiva como la población que incrementará a 10 mil millones. Reducir la demanda humana de proteína animal de crianza intensiva disminuirá de forma considerable la velocidad de pérdida de los bosques a nivel global, con grandes beneficios para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, además de la captura de dióxido de carbono.”
El sector también utiliza grandes extensiones de tierra que deben ser devueltas a vegetación nativa, como bosques, para disminuir el CO2 de la atmósfera, y alcanzar los objetivos de temperatura del Acuerdo de París.
“También pedimos que la tierra liberada del sector ganadero vuelva a su cobertura vegetal natural para maximizar la captura de CO2, que juega un papel importante en todo el Acuerdo de París, no tan solo en términos de la contribución del sector agrícola.” añadió Harwatt.
“Por supuesto, cualquier recuperación de bosques debe enfocarse en el uso de especies nativas, y solo ocurrir en tierras que han soportado históricamente este tipo de vegetación,” recomendó Betts.
Los autores afirman que su pedido no es completo como una lista de acciones de mitigación pero es “necesario” para adherir al componente de equidad que propone el Acuerdo de París. Yendo un paso más allá, los autores han ofrecido de forma voluntaria evidencia científica, si se requiere, en todos los temas mencionados en la carta para la actual conferencia COP 25 y a posterior, mientras los países preparan sus contribuciones para cumplir con el Acuerdo de París.