De acuerdo a la memoria anual del Ministerio de Defensa de Uruguay, los lobos marinos son una plaga (Uruguay es la mayor colonia reproductiva del mundo de este especie, con unos 300 mil animales).
Para el biólogo Martín Petrella, que haya crecido la población en Uruguay puede indicar que hay sobrepesca en Argentina, ya que el lobo marino es un animal migratorio, y no que los que viven en Uruguay hayan aumentado su cantidad.
La isla de Lobos, situada a 8 millas náuticas de Punta del Este, concentra en sus 41 hectáreas una de las colonias con mayor población de lobos marinos en el mundo, los cuales reposan frente al faro más alto de América del Sur, construido por primera vez en 1858.
Se calcula que unos 180 mil ejemplares de estos mamíferos viven allí (la mayoría pertenece a la especie lobo común, pero también habita en este paraje el lobo fino o de dos pelos).
Para el Ministerio de Defensa la superpoblación de lobos es un “asunto de riesgo” y deben tomarse medidas urgentes.
Sin embargo, la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) se trata de una situación compleja que requiere de cuidado antes de actuar.
La “etiqueta” de plaga utilizado por Defensa no es el adecuado, opinó la bióloga Valentina Franco Trecu, que actualmente desarrolla su doctorado en la sección de Etología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.
“Los lobos son animales salvajes que se alimentan de peces, desde siempre, desde antes que el hombre empezó a pescar.
Si consideramos plaga todo lo que tenga un prejuicio económico para el hombre, todo sería plaga, por el simple hecho de que todo se alimenta”, explicó Franco Trecu.
“En todo caso, es un beneficio tener una colonia tan importante, ya que probablemente sirva como reservorio de individuos para otras poblaciones, ayudando a mantener la biodiversidad no solo local sino global”, opinó.