Los tiburones están “funcionalmente extintos” en un 20% de los arrecifes de coral del mundo, según ha descubierto el proyecto Global FinPrint que desde 2015 ha analizado más de 15.000 horas de grabación en 371 de estos ecosistemas.
“En estos arrecifes los tiburones están funcionalmente extintos, aunque es probable que queden unos pocos ejemplares y que no los viéramos, esto supone que hay un nivel tan bajo que no están contribuyendo al ecosistema como lo harían normalmente“, explicó a Efe Demian Chapman, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU) y partícipe de la iniciativa.
Las primeras conclusiones del proyecto, cuyo objetivo es cuantificar especies amenazadas y en el que participan cinco universidades y el Instituto Australiano de Ciencias Marinas, fueron difundidas este miércoles junto a unas imágenes increíbles de los mayores depredadores marinos.
Mediante cámaras subacuáticas en 58 países Global FinPrint registró la vida marina de los arrecifes de coral y obtuvo no solo datos de los escualos sino también de otras especies como las mantas rayas o las tortugas marinas.
Chapman indicó que esta escasez de tiburones en algunos lugares les resultó “chocante” ya que estiman que antes de la presencia humana “había en todos los arrecifes”, pero las poblaciones han mermado principalmente por la explotación pesquera.
Prácticamente no se encontró ningún tiburón en los arrecifes de República Dominicana, Kenia, Vietnam, Catar, las Antillas francesas y las Antillas neerlandesas. En esos lugares tan solo se registraron tres tiburones en más de 800 horas de grabación.
Turismo de tiburones
Gracias a la técnica “Max In”, que consiste en realizar una contabilidad del número máximo de escualos que aparecen en la pantalla cada hora, también se demostró que en países en los que se han implementado restricciones en la pesca o medidas de conservación, como es el caso de Bahamas, había una mayor población de tiburones.
Este país es uno de los muchos que se benefician de la existencia de tiburones en sus aguas. Bahamas recibe cada año 120 millones de dólares del turismo relacionado con estos seres vivos.
Este no es el único lugar donde se produce esta simbiosis y, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, unos 500 millones de personas en el mundo dependen de los arrecifes de coral donde viven estas criaturas.
El proyecto y las recomendaciones de este grupo de científicos también han servido para crear santuarios de tiburones en lugares en los que antes esta especie estaba amenazada, como ha ocurrido en Belice, la excolonia británica en Centroamérica.
Por otro lado, el estudio indicó que en lugares que están densamente poblados, hay poco control gubernamental y artes de pesca agresivas, como en la costa jamaicana o en la colombiana, los escualos se encontraban en mucho menor número.
Sin embargo, Chapman reiteró que los datos obtenidos “demuestran que no es necesario prohibir totalmente la pesca” y que “si se combinan las restricciones con estas áreas protegidas puede suponer un cambio positivo para esta especie”.
“Esto es muy importante porque gran parte de las naciones en el mundo están dispuestos a prohibir la pesca, por lo que imponiendo estas restricciones disponemos de una gran variedad de herramientas y elegir la mejor para los tiburones como para la población“, añadió.
Relaciones públicas para escualos
Chapman lleva décadas estudiando a estos “fascinantes animales”, que “siempre han tenido una mala imagen”.
Mucha gente les tiene miedo porque los relacionan con los ataques a los seres humanos, por lo que este estudio es una forma de que “tengan trabajadores de relaciones públicas”, subrayó.
El Centro Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF) registró en 2019 un total de 64 ataques de tiburón no provocados, un año en el que se produjo un notable descenso en el número de estos incidentes pero se mantuvo el promedio de muertes causadas por los escualos.
Pese a que los ataques son un tema de preocupación este experto reiteró que “la realidad es que hay un problema mayor que es la pérdida de esta especie“.
Aunque esta especie de más de 400 millones de años ha sobrevivido a extinciones masivas a lo largo de la historia, Chapman cree que hay que “actuar ahora” para preservar el número de tiburones y que puedan sobrevivir a los azotes del cambio climático o del ser humano.