El tráfico de fauna silvestre y madera persiste en la región a pesar de la emergencia sanitaria. Aproximadamente 950 ejemplares vivos de aves, mamíferos, reptiles y anfibios fueron decomisados por las autoridades de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, en el primer semestre del 2020.
Durante el período de confinamiento debido a la emergencia sanitaria, la deforestación y tala ilegal no cesaron en el Ecuador, operativos de rutina realizados por la Policía Nacional decomisaron cargamentos de madera ilegal en las provincias de Guayas, Sucumbíos y Orellana, indica la organización Wildlife Conservation Society (WCS).
WCS y World Wildlife Fund (WWF) son promotoras del proyecto regional Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques con el apoyo de la Unión Europea y la coordinación interinstitucional del Ministerio del Ambiente y Agua del Ecuador (MAAE).
Desde el 2019, las organizaciones han realizado estudios de diagnóstico con el objetivo de levantar información y cifras sobre tendencias en las dinámicas de tráfico de flora y fauna silvestres, así como de vacíos legales que debilitan el registro y la sanción de estos delitos tipificados en varios instrumentos legales del Ecuador.
También se han realizado campañas de comunicación para sensibilizar a la sociedad civil sobre las consecuencias del tráfico de fauna silvestre, como por ejemplo, el mascotismo y cautiverio de animales silvestres, así como acciones para el cuidado de los bosques y el ambiente.