Un estudio de investigadores del CONICET publicado recientemente en el Journal for Nature Conservation evalĂşa el efecto de la ganaderĂa en las especies de herbĂvoros nativos de los pastizales del nordeste de Argentina. El trabajo muestra que el carpincho, la corzuela parda (tambiĂ©n conocida como guazuncho) y el ciervo de los pantanos frecuentan menos las áreas con ganado vacuno y que evitan estar activos en los mismos horarios.
Los patrones detectados sugieren que la competencia por el espacio y el alimento podrĂa ser la causa por la que las vacas desplazan a la fauna nativa.
Esta situaciĂłn estarĂa afectando a las poblaciones de mamĂferos que, en algunos casos, se encuentran en situaciones crĂticas de conservaciĂłn, como el ciervo de los pantanos, que es considerada una especie amenazada a nivel mundial.
Los autores del artĂculo son los biĂłlogos del CONICET Mario Di Bitetti, MarĂa Eugenia Iezzi, Paula Cruz y Diego Varela, del Instituto de BiologĂa Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), y Carlos De Angelo, del Instituto de Ciencias de la Tierra, Biodiversidad y Ambiente (ICBIA, CONICET – UNRC), todos pertenecientes tambiĂ©n a la AsociaciĂłn Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) de Misiones.
La recolección de datos para este trabajo fue realizada con más de 200 estaciones de muestreo con cámaras trampa en instaladas en pastizales, malezales, bosques y plantaciones de pinos del nordeste de Corrientes y el sur de Misiones, que fueron distribuidas equitativamente en áreas con y sin ganado vacuno.
En total, se obtuvieron más de 7 mil registros que, mediante modelos matemáticos y estadĂsticos, permitieron estimar la probabilidad de que estos animales usen cada uno de los sitios y conocer sus patrones de actividad diarios.
Los resultados fueron contundentes: la probabilidad de registrar a ambas especies de ciervos —el guazuncho y el ciervo de los pantanos—, se reduce notoriamente en áreas donde hay ganado. Además, las tres especies estudiadas se vuelven mucho más nocturnas en los pastizales donde hay ganado, que tiende a pastar de dĂa.
Estos patrones sugieren que los herbĂvoros evitan al ganado. Este fenĂłmeno ha sido documentado en especies de ciervos y otros grandes mamĂferos nativos en varias regiones del mundo, pero casi no existĂan estudios en SudamĂ©rica.
Los investigadores destacan la relevancia de este estudio un contexto global de incremento de la poblaciĂłn humana y del consumo de carne roja, abastecida principalmente por paĂses como Argentina y Brasil.
“La Amazonia y el Chaco están siendo convertidos a pasturas para criar ganado vacuno en áreas con mucha biodiversidad. Aunque en la zona que tuvimos en cuenta para nuestro estudio la ganaderĂa se realiza mayormente en pastizales naturales, igualmente vemos que tiene efectos negativos sobre la fauna nativa”, advierte el investigador principal del CONICET en el IBS, Mario Di Bitetti, quien señala que este trabajo estuvo motivado por una reciente publicaciĂłn de investigadores de Estados Unidos que mostraron los efectos negativos del ganado en varios grupos de vertebrados y advirtieron sobre la necesidad de este tipo de análisis en LatinoamĂ©rica.
Aunque en los pastizales naturales del noreste de Argentina la ganaderĂa tiene un menor impacto en el ambiente que otras actividades productivas como las plantaciones de pinos o monocultivos anuales como la soja, el maĂz o el arroz; produce efectos en la fauna nativa que pueden ser minimizados.
“La ganaderĂa se puede practicar de una manera sustentable, teniendo en cuenta las necesidades de otras especies con las que los vacunos comparten el espacio.
Además de la creaciĂłn y el mantenimiento de áreas protegidas como parques nacionales y provinciales, es importante evitar una alta carga de animales y el sobrepastoreo, asĂ como tambiĂ©n hacer un uso moderado y controlado de las quemas, asegurar que el personal de las estancias no cace la fauna silvestre y evitar la presencia de perros circulando libremente por los campos, ya que hostigan y depredan animales silvestres”, señala la becaria postdoctoral del CONICET en el IBS, MarĂa Eugenia Iezzi.