La Estación Espacial Internacional (EEI) detectó una fuga de oxígeno por encima de los volúmenes normales, pero la situación no representa un peligro para la tripulación rusoestadounidense en órbita, dijo la agencia espacial rusa, Roscosmos.
La fuga fue detectada en una sección del módulo de servicios y la tripulación -integrada por el estadounidense Chris Cassidy y los cosmonautas rusos Anatoly Ivanishin y Ivan Vagner- planea eliminarla en los próximos días, reportó la agencia de noticias RIA citando al director ejecutivo de Roscosmos, Sergei Krikalev.
Este problema no es nuevo y se remonta a septiembre de 2019: “Se están realizando trabajos adicionales para localizar con precisión la fuente de la fuga. (La misma) fue investigada durante varias semanas y no representa un peligro inmediato”, explicaron desde la NASA.
El tema es que la fuga de aire se incrementó en los últimos días, hecho que obliga a los astronautas a acelerar el proceso para detectarla. Según indican los expertos, esto se debe a “un cambio temporal de temperatura dentro de la estación”.
Para seguridad de los astronautas, Roscosmos dijo que podrían entregarse suministros adicionales de oxígeno a la estación orbital.