En diciembre de 2003 se promulgó la ley 25.846 por la que se instituyó el 31 de mayo como el Día Nacional del Ecoturismo, una práctica extendida en nuestro país que cuenta con paisajes ye itinerarios aptos para el desarrollo de esa actividad.
El término ecoturismo empezó a usarse hace cerca de treinta años, y ha sido sujeto de gran debate en cuanto a su definición. Actualmente, el auténtico ecoturismo representa una opción viable de conservación del patrimonio natural y cultural de los pueblos, fomentando al mismo tiempo la noción de desarrollo económico sustentable.
Los principios del ecoturismo suponen el respeto por la cultura del país anfitrión, la minimización del impacto negativo que causa la actividad turística y el apoyo a los derechos humanos.
Argentina, con una variedad de paisajes y un entorno natural sin alteraciones, es un destino privilegiado y atrayente para visitantes de todo el mundo que buscan disfrutar de esa actividad.
DESTINO POR EXCELENCIA PARA EL AVISTAJE DE AVES
En Argentina se ubican unas 1030 especies de aves. Observarlas implica mucho más que identificarlas, es una forma de conectarse con la naturaleza. En todo el territorio hay 273 áreas, 35 parques nacionales y casi 500 estancias para disfrutar la innovadora práctica del avistaje.
Cada vez más expertos y aficionados llegan a la Argentina para deleitarse con el vuelo, el canto y los colores que caracterizan a las más de mil especies de aves que habitan en el país.
En pleno otoño, las zonas situadas más al sur en su mayoría las ven emigrar hacia áreas más cálidas y organizan safaris especiales para poder apreciarlas en actividad. En tanto, este tipo de excursiones que forman parte del turismo ecológico, pueden integrarse a los más atractivos destinos de la Argentina, desde Buenos Aires a las regiones de Cuyo, Litoral, el Norte y la Patagonia.
El país está en una ubicación prácticamente privilegiada, por ser América del Sur uno de los hábitats más importantes del mundo con cerca de 3.500 especies. La ventaja, es que los avistajes pueden desarrollarse fuera de las temporadas “altas”. Tanto el otoño como la primavera, son épocas recomendadas para los paseos.
Esto contribuye no sólo a los menores costos, sino también a la posibilidad de hacer caminatas casi exclusivas y en mayor soledad. El silencio es una de las claves para acercarse y ver los animales en todo su esplendor y comodidad. Mejor aún con unos buenos prismáticos y un guía especializado.
LUGARES PARA DESTACAR
Las 273 áreas que fueron identificadas como importantes para la conservación de aves cubren el 12 por ciento de la superficie del país, y es donde se encuentran no sólo las aves más características de la zona, sino también las más amenazadas y endémicas.
Entre los Parques más destacados donde hace poco se impulsó la instalación de miradores específicos están Tierra del Fuego, en la provincia homónima; El Palmar, en Entre Ríos; Pilcomayo, en Formosa; Perito Moreno, en Santa Cruz; y El Rey, en Salta.
El avistaje de aves es una tendencia en crecimiento, especialmente, en la Argentina. La diversidad del ecosistema es envidiable y forma parte de la ruta que hacen muchos pájaros desde otros continentes hasta las costas del mar Argentino. Además, los impactantes paisajes como la Cordillera de los Andes, las Cataratas del Iguazú o los Glaciares, contribuyen al momento de apreciar los vuelos.
Algunos itinerarios imperdibles son Laguna Salada, al este de la provincia de Santiago del Estero, una de las más importantes por la nidificación de aves acuáticas de paso de invernada, como el “Chorlo” del Hemisferio Norte.
También, los Bañados del Río Dulce y la Laguna de Mar Chiquita, en Córdoba, declarados Sitios Hemisféricos de aves.
MONTAÑA, BOSQUE Y URBANIZACIÓN
Si bien cualquier lugar es apto para observar aves, sin duda, en los ambientes naturales y de mayor conservación, es donde podrá verse la mayor diversidad de especies. Según los expertos, los mejores momentos del día para la excursión son el amanecer, el atardecer y el día posterior a una intensa lluvia porque eso las pone en mayor actividad.
En el caso de Buenos Aires es posible hacer un circuito verde por las Reservas Urbanas, accesibles para todos. Una de las más importantes es Costanera Sur, unas 360 hectáreas protegidas, a muy escasos metros del centro financiero de la Ciudad, en la ribera del Río de la Plata.
Otra alternativa son los bosques y selvas de montañas en el noroeste argentino, donde algunos relevamientos permitieron encontrar especies que no habían sido registradas y eso la convirtió en una de las mecas elegidas por los observadores más experimentados.
Se destacan el Parque Nacional Calilegua y el Baritú, donde se podrán escuchar bandadas de loros aliseros, carpinteros, y cerqueros cabeza castaña. El Parque Nacional de Chaco también es sede de la actividad, por encontrarse en la zona más de 350 especies.
En la Patagonia, hay espacios ideales. Está la zona precordillerana, donde hay águilas, codornices, lechuzas blancas, tórtolas y zorzales; y la de los lagos, con especies rapaces -como el cóndor- y acuáticas.
En los Esteros del Ibera se descubren hábitats donde anidan hasta 400 especies de fascinantes plumajes y costumbres.
La provincia de Entre Ríos ofrece safaris en casi todas sus localidades. En Federal, es característico el cardenal amarillo, declarado Monumento Natural Provincial. También la Reserva Natural Privada Las Piedras, en Gualeguaychú. Y el Parque Nacional El Palmar, con más de 200 especies entre carpinteros, y reales de nuca roja y blanco, donde hay dos observatorios, el Bosque y el Pastizal.
ECOTURISMO EN EL CORREDOR VERDE DE MISIONES
La propuesta de ecoturismo en Misiones mimetiza al viajero con la naturaleza, en una región cuya biodiversidad es única en el mundo. Rappel en los saltos, visitas a comunidades aborígenes y comidas orgánicas.
La provincia de Misiones, ubicada en el extremo noreste de la Argentina, es uno de los territorios nacionales con mayores riquezas naturales, entre las que se encuentra una de las flamantes Siete Maravillas del Mundo: las Cataratas del Iguazú. Y es, quizás, por esta misma razón que el ecoturismo se posiciona como una de las tendencias en pleno auge.
Agencias de turismo especializado y lodges que funcionan bajo el concepto de sustentabilidad, ofrecen una propuesta alternativa para disfrutar de unas vacaciones plenas de confort y exclusividad, pero internados en medio de la selva paranaense. Una iniciativa que tiene por fin no solamente renovar el cuerpo y las energías perdidas, sino también alimentar el alma.
VIDA SILVESTRE
La provincia de Misiones limita al oeste con Paraguay del que está separada por el río Paraná, y la mayor parte de su territorio con Brasil, atravesando los ríos Iguazú, San Antonio y Pepirí Guazú. También al suroeste confina con la provincia argentina de Corrientes, mediante los arroyos Itaembé y Chimiray.
Gran parte de este territorio norteño, está constituido por la denominada selva paranaense. Se trata de un bosque subtropical húmedo, con uno de los ecosistemas más importantes del Continente. Refugio además de numerosas especies en peligro de extinción, como el yaguareté, el mono carayá o la rana zancuda, entre muchos otros.
A esta región misionera, de importancia tanto biológica como genética, se la conoce como Corredor Verde. Y es allí donde operadores locales desarrollan hoy actividades poco convencionales que invitan al viajero a quedarse más tiempo en la región.
Hospedajes entre los árboles erigidos con el menor impacto posible al medio ambiente, gastronomía elaborada a base de productos orgánicos, travesías náuticas, caminatas por senderos selváticos, cannopy en inmediaciones del Parque Nacional Iguazú y visitas a comunidades guaraníes para compartir sus costumbres, son algunas de las propuestas.
A ORILLAS DEL PARANÁ
Una de las opciones recomendadas es el circuito de ecoaventura que se desarrolla en la Reserva Forestal de Puerto Península, a unos siete kilómetros de Puerto Iguazú.
Integrante del denominado Corredor Verde, abarca unas 15 mil hectáreas protegidas de selva subtropical con más de dos mil especies vegetales, a las que se accede en vehículos off-roadUna de las actividades es el “Sendero de Árboles Gigantes” que combina un paseo vehicular con trecking, en el que se reconocerá la flora nativa, sus características generales, las propiedades medicinales y el valor ecológico de las mismas.
Otra de ellas accede a un palmital natural, una especie de museo a cielo abierto, cuyas características y estado de conservación son únicas en el mundo.
Una de las más tentadoras es el rappel en una cañofístola gigante que asciende hasta unos 30 metros de altura y permite una panorámica del “techo de la selva”.
Las excursiones son guiadas por lugareños que revelan al viajero costumbres de la cultura guaraní que habita en Misiones. Cada tribu tiene su chamán, una especie de sabio o brujo, a quién se consulta para autorizar casamientos o por alguna medicina en caso de enfermedad.
ALOJAMIENTOS TEMÁTICOS
Ideales para los amantes del ecoturismo, existen en la provincia de Misiones cada más lodges. Inmersos en oasis naturales, la mayoría desarrolla dentro del mismo complejo avistajes de flora y fauna, actividades náuticas, cabalgatas, trecking, arborismo y rappel.
Con una arquitectura respetuosa del entorno, brindan al viajero el confort y las comodidades de un hospedaje de alta gama, con materiales de estilo rústico y típicos de la zona. En general, cumplen con normas para el reciclaje de basura y la optimización del consumo energético.
Algunos tienen servicios similares al de un hotel de primera categoría, con grandes piscinas exteriores, atención personalizada, spa e hidromasajes en la habitación. La diferencia es que están situados en lugares rodeados de bellezas naturales, que permiten despertar con el sonido de los pájaros.