La plataforma animalista ZOOXXI presentó una denuncia administrativa contra el Zoo de Barcelona ante el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat por considerar que hubo negligencia y ausencia de los protocolos adecuados de bienestar en la muerte de 34 animales. Los denunciantes creen que los responsables de la institución municipal tiene una enorme “incapacidad” para “proteger a los animales de condiciones meteorológicas adversas” y a “los primates recién nacidos que mueren a los pocos días de nacer por fracturas o posibles agresiones”.
La plataforma recuerda que tras en mayo de 2019 se modificó la ordenanza de protección, tenencia y venta de animales incluyendo un nuevo texto normativo sobre el parque zoológico de Barcelona. Un año después ZOOXXI pidió el listado de animales muertos y las causas del deceso y el zoo entregó un listado con 143 fallecidos desde julio de 2019 hasta mayo de 2020. En una primera instancia, el zoo alegó que no podía dar las causas de la muerte, a pesar de que es obligado tenerlas registradas por la ley estatal de estas instalaciones, y alegó que no las podía extraer de forma automatizada aunque todas fueron por muerte natural.
Sin embargo, la entidad animalista denuncia que los zoos que utilizan el mismo sistema de registro internacional que el de Barcelona, extraen de forma automática los datos sobre las causas de muerte, imprescindibles de analizar en la hora de establecer los programas de conservación. Por eso, volvieron a reclamar las razones del fallecimiento de 34 animales y, según los animalistas, “la mayoría de las causas de mortalidad no eran naturales“.
En este sentido destacan que murieron 14 aves que se produjeron entre diciembre de 2019 y enero de 2020 en una misma instalación, coincidiendo con varios temporales de frío y lluvias. Los denunciantes remarcan que tras un primer episodio con condiciones meteorológicas adversas no se protegió a los animales que quedaron y murieron. También fallecieron dos ejemplares adultos de cigüeñuelas el mismo día, 20 de abril de 2020, las únicas que quedaban en el zoo y no se realizó ninguna necropsia.
Otros casos sospechosos denunciados por los animalistas son la muerte de 5 primates antes de cumplir los 30 días y dos más lo hicieron entre los 2 y los 5 meses de edad. De estas siete muertas, una de ellas es por una fractura y otras tres son por posibles agresiones. La plataforma recuerda que en 2017 nacieron 13 primates en el zoo y de ellos 9 murieron a los pocos días, por lo que consideran que hay un porcentaje muy elevado de estos fallecimientos que puede explicarse por un problema en el diseño de las instalaciones o las carencias en medidas de bienestar.
También se denuncia que no hubo necropsia de cinco ranas punta de flecha muertas en poco tiempo lo que impide saber si existen posibles problemas de salud en el grupo. Además lamentan las lesiones bucales que sufren los lagartos hidrosaurios crestados por darse golpes contra los cristales, ya que todos sufren una deformación en el hocico, una inflamación de la mucosa oral a consecuencia del traumatismo crónico que sufren y no pueden cerrar la boca.
Los denunciantes creen que esta posible negligencia vulnera la ley de de conservación de la fauna silvestre en los parques zoológicos y la normativa de protección de los animales en Cataluña. También recuerdan que la Generalitat no inspecciona el Zoo de Barcelona desde 2012 lo que “propicia unas prácticas impunes, hasta el punto que se constata la ausencia de formación específica ante la llegada de nuevas especies”.
Además, lamentan que obtener información sobre la situación de los animales “es extremadamente difícil” y acusan a los responsables de quererla “esconder” como un informe elaborado por el Comité de ética en relación a la instalación de los caballitos de mar y que ZOOXXI estuvo reclamando durante un año. “Este informe lo tenía la dirección del Zoo desde mayo de 2019 y, finalmente, fue enviado por la Tercera Tenencia de Alcaldía en julio de 2020” señalan los animalistas que detallan que el documento sugería mejorar el bienestar de los animales por acumulación de muertes en un periodo concreto de tiempo.