El 26 de junio la NASA lanzará su nuevo satélite, IRIS, con destino al Sol. El satélite IRIS, diseñado y construido por la corporación Lockheed Martin. Será enviado al espacio a bordo de un cohete Pegasus XL desde la base de las fuerzas aéreas Vandenberg, en la costa central de California. Esto ayudará a los científicos a entender mejor cómo funciona la atmósfera solar.
El limbo solar o región interfaz se sitúa entre la superficie perceptible del Sol y su atmósfera superior. La actividad en esta área influye en la atmósfera del Sol y el viento solar, dijo Alan Title, investigador principal de la misión en el Centro de Tecnología Avanzada de Lockheed Martin en Palo Alto, California.
Las temperaturas en la región de interfaz alcanzan aproximadamente los 5.500 grados centígrados. Se examinará cómo la energía solar mueve materiales, recoge la energía y se calienta a medida que viaja a través de esta parte de la atmósfera inferior.
Según la NASA, en el limbo solar se encuentran ‘estructuras’ de entre 160 y 240 kilómetros de ancho y hasta 160.000 kilómetros de largo. ‘Imaginen chorros gigantes del tamaño de la ciudad de Los Ángeles que son lo suficientemente largos y presurosos como para dar la vuelta a la Tierra en veinte segundos. Esta tarea nos proveerá de las primeras imágenes de gran excelencia y resolución de estas estructuras, así como de información sobre su rapidez extrema, temperatura y densidad’, dijo el investigador.