Según la agencia de noticias Xinhua, la capital china invertirá unos 3.000 millones de yuanes (unos 487 millones de dólares) en la construcción de avenidas arboladas, carriles ecológicos y otras vías que enlazarán zonas históricas y turísticas de la ciudad.
Según la Comisión de Reforma y Desarrollo de Pekín, que anunció el plan, estos caminos arbolados “ofrecerán más espacio a peatones y ciclistas, que a menudo se quejan de que sus vías son ocupadas por vehículos motorizados durante horas punta o atascos”.
La ciudad tiene alrededor de 5,2 millones de vehículos, más del doble que antes de acoger los Juegos Olímpicos, y según la comisión son la principal fuente de la polución en la capital, muchos días envuelta en “smog”.
En los años previos a las Olimpiadas de Pekín 2008 se pusieron en marcha medidas que mejoraron sensiblemente la situación medioambiental de la capital, como prohibir durante un día cada semana la conducción de autos privados (cada coche una jornada diferente, según su número de matrícula) o trasladar las fábricas más contaminantes a la vecina provincia de Hebei.
Sin embargo, la puesta en marcha este año de aparatos que por primera vez miden la concentración de las partículas contaminantes más pequeñas en el aire ha vuelto a desatar alarma entre los pequineses, ya que especialmente en invierno se registraron niveles récord de polución con estos nuevos medidores, y se llegó a recomendar a los ciudadanos que no salieran de sus casas.
EFE