En total se trató de dos tortugas verdes y cuatro tortugas cabezonas que fueron encontradas atrapadas en redes de pesca. Tres de ellas expulsaron plástico durante el proceso de rehabilitación. Una de ellas fue noticia a mediados de diciembre del 2021 por haber expulsado 10 tipos de plásticos distintos. Llegó a eliminar un total de 22 gramos.
Dos tortugas verdes (Chelonia mydas) y cuatro tortugas cabezonas (Caretta caretta) regresaron al mar en las playas de San Clemente durante la mañana de este miércoles 12 de enero luego de ser asistidas y rehabilitadas en la Fundación Mundo Marino. Los reptiles marinos fueron encontrados enmallados en redes por Roberto Ubieta, un pescador artesanal sanclementino que, como otros pescadores de la zona, fueron capacitados por la Fundación Mundo Marino para brindar los primeros auxilios a estos animales cuando son hallados en esas condiciones. Respecto al tiempo que estuvieron en rehabilitación rondó entre un mes y una semana, dependiendo de cada caso.
Una de las tortugas verdes que pudo ser reinsertada con éxito, había sido noticia a mediados de diciembre del año pasado por haber expulsado 18 gramos de plástico. Para aquél entonces había eliminado diez tipos diferentes de plástico y, a través una radiografía, se observó que aún contenía objetos extraños en su sistema digestivo. Finalmente, terminó expulsando un total aproximado de 22 gramos.
“Aquí es importante reconocer el compromiso y responsabilidad de los pescadores que, ante el hallazgo de estos reptiles, se ocupan de brindarles los primeros auxilios y acercarlos a un centro de rescate especializado. Son animales que se encuentran en estado vulnerable y, además de corroborar su estado de salud en nuestro centro, podemos obtener información sobre la especie que contribuye con los proyectos de investigación que llevamos adelante. Lamentablemente en este caso, además, algunas de ellas expulsaron basura, algo que es muy recurrente y que vemos que se repite año a año”, afirmó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
A los reptiles se les tomó muestras de sangre tanto al ingreso como antes de otorgarles el alta médica veterinaria. En la mayoría de los casos, además se les realizaron placas radiográficas para corroborar que no tengan cuerpos extraños en su tracto digestivo. En el caso de una de las tortugas verdes se observó a través de una radiografía un patrón pulmonar compatible con una neumonía pero que pudo ser superada durante el proceso de rehabilitación.
“La importancia de que eliminen el plástico tiene que ver con evitar tanto una obstrucción como una perforación intestinal. Además, en el caso de las obstrucciones, estos reptiles al no poder evacuar bien, se les genera una acumulación de gas en el tracto digestivo que no les permite ni sumergirse ni bucear correctamente. Frente a ese escenario, tienen dificultades tanto para alimentarse como emigrar hacia aguas más cálidas”, explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación Mundo Marino.