Entre las principales quejas que plantean los usuarios de smartphones, ordenadores portátiles y otros sistemas electrónicos energizados por baterías es que estas tienen una vida muy corta y que, en algunos casos, los aparatos generan calor. Ahora, un grupo de físicos ha desarrollado una técnica que podría resolver ambos problemas. El equipo ha creado un material magnético que emplea una estructura única, una retícula cuya forma recuerda a la de un panal y que exhibe propiedades electrónicas peculiares.
Los diodos semiconductores, que se fabrican a menudo a partir de silicio o germanio, son componentes esenciales en los aparatos electrónicos modernos. Un diodo conduce normalmente corriente y voltaje a través del dispositivo a lo largo solo de una dirección, pero cuando se invierte el voltaje, la corriente se detiene. Este proceso de conmutación consume bastante energía, lo que obliga a más ciclos de recarga-descarga y acaba reduciendo la vida útil de la batería.
Sustituyendo el semiconductor con un sistema magnético, el equipo de Deepak K. Singh, de la Universidad de Misuri en la ciudad estadounidense de Columbia, cree que es factible lograr un dispositivo energéticamente efectivo que consuma mucha menos energía y que tenga funcionalidades mejoradas.
El diodo magnético abre el camino hacia nuevos transistores magnéticos y otros componentes que disipen muy poca energía, incrementando así la eficiencia de la fuente energética. Este aumento de eficiencia podría permitir crear baterías cuya vida útil fuese un centenar de veces más larga que la de sus homólogas dotadas de tecnología convencional. Y también podría significar que una recarga que en condiciones normales otorga una autonomía de tan solo 5 horas pudiera en cambio permitir una autonomía de cientos de horas. Menos energía disipada en procesadores de ordenador podría también reducir el calor generado en CPUs de ordenadores portátiles o de sobremesa.