Alemania tiene la primera línea de trenes no contaminantes impulsados con hidrógeno. Están en la ciudad de Bremervörde (al norte del país) y circulan desde este miércoles.
El proyecto implica que un total de 14 trenes a hidrógeno —por ahora circulan solo cinco— reemplacen a los 15 a motor diésel que actualmente circulan en esa localidad, en la ruta entre Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehude.
El proyecto total tiene un costo de 93 millones de euros. Los vehículos son fabricados por la multinacional Alstom, con participación de otras empresas alemanas.
Los nuevos trenes, informó la empresa, tienen una autonomía de mil kilómetros y están libres de emisiones contaminantes.
Con la puesta en circulación de los nuevos trenes se evitará el consumo de 1,6 millones de litros de diésel al año, lo que implica que no se emitirán 4400 toneladas de CO2.
Cómo funcionan los trenes a hidrógeno
Los trenes se recargarán en una estación construida con ese propósito que tiene 64 tanques de almacenamiento de alta presión de 500 bares con una capacidad total de 1800 kilogramos, seis compresores de hidrógeno y dos bombas de combustible.
Esta iniciativa implica un beneficio para el ambiente, ya que un kilo de hidrógeno reemplaza alrededor de 4,5 litros de diésel, según comunicó Alstom.
El modelo Coradia iLint es el primer tren de pasajeros del mundo que funciona con una celda de combustible de hidrógeno que genera energía eléctrica para la propulsión, es silencioso y solo emite vapor de agua y condensación.
En la red en la que comenzó a operar este miércoles el tren viaja a entre 80 a 120 kilómetros por hora, con una velocidad máxima de 140 km/h.