Los perros crecen mucho más rápido que los humanos, lo que significa que estos compañeros peludos no suelen vivir tanto como sus tutores. Pero, ¿cuánto suelen vivir los perros?
La esperanza de vida de un perro puede depender en gran medida de su raza, según un estudio publicado en abril de 2022 en la revista Scientific Reports. Analizando las edades de más de 30.000 perros que murieron entre 2016 y 2020, los científicos calcularon la esperanza de vida media de 18 razas y cruces en el Reino Unido.
Los perros tenían una esperanza de vida media general de 11,2 años. Sin embargo, la esperanza de vida de estos compañeros caninos variaba según la raza.
La creación de razas hace unos 150 años permitió a los criadores de perros “dar rienda suelta a nuestros caprichos y deseos de lo salvaje y extremo que podíamos remodelar el cuerpo canino”, dijo a Live Science en un correo electrónico el autor principal del estudio, el doctor Dan O’Neill, veterinario y epidemiólogo del Royal Veterinary College de Hertfordshire (Inglaterra).
“Dado que muchos de estos perros ya no tenían una función de trabajo, como el pastoreo, la recuperación o la guardia, el requisito de una buena salud ya no era una limitación en la creación de nuevas razas”, señaló.
Los investigadores descubrieron que los perros pequeños tenían una esperanza de vida mayor que los canes más grandes. “La ventaja de la esperanza de vida de los perros pequeños va en contra de las normas básicas de esperanza de vida de las especies en el mundo natural, donde las especies más pequeñas suelen vivir menos que las más grandes”, remarcó O’Neill.
“Un ratón puede esperar vivir de uno a dos años, mientras que un elefante puede esperar vivir de 60 a 70 años”, detalló. Algunas otras investigaciones sugieren que esta tendencia general vinculada al tamaño en la longevidad observada en todas las especies puede no siempre mantenerse dentro de una especie; por ejemplo, mientras que un estudio de 2019 sugirió que las mujeres más grandes pueden vivir más tiempo que las mujeres más pequeñas, esto puede no ser cierto para los hombres.
Una posible explicación no es que los perros pequeños vivan más, sino que las razas más grandes viven menos. La cría puede haber dado lugar a razas grandes que crecen muy deprisa en comparación con sus predecesoras, lo que desencadena enfermedades de aparición precoz, como la artrosis y el cáncer, según O’Neill.
Además, la muerte del 90% de los perros en el Reino Unido implica la eutanasia, por lo que su esperanza de vida “está muy influida por las decisiones humanas”, según el experto. ”Puede resultar más difícil cuidar a perros de razas grandes con problemas de movilidad que a los pequeños, o los costes económicos de los tratamientos médicos pueden ser mayores para los perros grandes que para los pequeños a medida que envejecen”, agregó.
Los científicos también descubrieron que la esperanza de vida de los perros cruzados era de 11,8 años, unos 6 meses más que la media del grupo en su conjunto. Esto coincide con investigaciones anteriores que sugerían que los híbridos suelen ser más sanos que los de raza pura. Por lo general, las hembras vivían más que los machos, aunque este dato variaba según la raza.
La esterilización también se relacionó en general con una mayor esperanza de vida, potencialmente porque suele asociarse con una mayor responsabilidad del propietario y mejores cuidados, y quizá porque puede reducir o eliminar una serie de problemas de salud relacionados con los órganos reproductores y las hormonas, como los tumores.
En conjunto, los científicos descubrieron que los jack russell terriers tenían la mayor esperanza de vida, con 12,7 años, mientras que los bulldogs franceses tenían la menor, con 4,5 años.
“Lamentablemente, aunque muchas razas conservaron una forma corporal básica saludable -por ejemplo, el Labrador retriever-, otras siguieron un camino hacia formas corporales extremas -por ejemplo, el bulldog inglés-”, indicó O’Neill. Para el experto, poco después de que la cría creara estas grandes diferencias físicas, “empezaron a hacerse patentes los graves problemas de salud relacionados con estas formas corporales extremas”.
Los Jack Russell terrier pueden vivir más que otras razas como parte de la tendencia a que los perros más pequeños vivan más. Además, no fueron criados para tener una forma corporal inusual que pudiera limitar su salud en general. “Estos perros pequeños se criaban para ser resistentes y se beneficiaban de no tener que ajustarse a un estándar racial predefinido”, sostuvo O’Neill. “En esencia, son el arquetipo de perro de compañía familiar pequeño y sano”.
“Otros perros con larga esperanza de vida también tienen formas corporales similares a especies salvajes estrechamente relacionadas, como lobos, coyotes y zorros, que las fuerzas evolutivas probablemente optimizaron para la supervivencia y la salud”, dijo. Por ejemplo, la esperanza media de vida era de 12,5 años para los yorkshire terrier, 12,1 años para los border collie y 11,9 años para los springer spaniel.
En cambio, además de los bulldogs franceses, otras razas similares suelen tener vidas breves. La esperanza media de vida era de 7,4 años para los bulldogs ingleses, 7,7 años para los carlinos y 7,8 años para los bulldogs americanos.
Investigaciones anteriores descubrieron que estas razas son propensas a una serie de graves trastornos de salud que suelen estar relacionados con sus características físicas, como su hocico corto o su cabeza grande. Estas afecciones incluyen dermatitis de pliegues cutáneos, problemas respiratorios, ulceración ocular, ojo de cereza, dificultad para parir, deslizamiento de rótulas, enfermedad de las articulaciones del codo e insolación.
“Muchos de estos trastornos limitan la vida, en el sentido de que, o bien conducen directamente a la muerte prematura de estos perros, o bien los propietarios optan por la eutanasia por motivos de bienestar”, afirmó O’Neill.
Aunque un método habitual para adivinar la duración de la vida de los perros es utilizar los “años perro” -es decir, multiplicar su edad por siete para hacerse una idea de cuántos años podrían tener en términos humanos-, el reciente trabajo de O’Neill y sus colegas sugiere “que ese concepto ya no es realmente tan útil”. “Dada la gran variación de la esperanza de vida entre razas, un enfoque alternativo sería generar un concepto de años de perro dentro de cada raza. Es mucho más probable que esto sea exacto”, concluyó.
