Existen todo tipo de abonos caseros para llenar de nutrientes a nuestras plantas del jardín. Vamos a hablar del abono realizado a base de cenizas de leña. Así como lo lees, puedes reutilizar ese material para darle vida a tus plantas.
“La ceniza de leña es uno de los primeros fertilizantes que hemos aplicado a la tierra. Ya en otras culturas hemos visto cómo se quemaban campos y vegetación para posteriormente cultivar sobre las cenizas”, asegura en el comienzo de un video explicativo el jardinero Javier de Huerto Adictos.
En seguida, el experto señala por qué elegir las cenizas para realizar un abono es ideal para el jardín: “las cenizas tienen un alto contenido en macronutrientes como el potasio o, también, el fósforo; importantísimos para el desarrollo de las plantas, la floración y, sobre todo, la elaboración de frutos de buena calidad y buen tamaño”.
Lo mejor es que podrás reutilizar el residuo de leña que hayas aplicado en algún asado o fuego, como así también cualquier otra ceniza de origen vegetal. Sin embargo, el jardinero aconseja evitar el uso de cenizas de carbón ni de barbacoa, puesto que pueden tener otros componentes no tan buenos para las plantas.
Paso a paso para hacer abono
Para empezar, los expertos recomiendan tener por un lado la ceniza de leña y, por otro, separar un poco de abono rico en nitrógeno de la compostera, o también humus de lombriz, el cual es ideal para este tipo de mezclas. Hay que procurar seguir este paso para evitar que la ceniza perjudique o haga desaparecer el nitrógeno presente en el sustrato.
Pasamos a las proporciones recomendadas y, de acuerdo a lo detallado por el experto, colocamos cuatro puñados de abono de la compostera y lo mezclamos con tan sólo un puñado de cenizas.
Luego, repetimos el procedimiento sumando cuatro puños de abono y uno más de ceniza de leña. Si seguimos estas proporciones podremos estar seguros de que las cenizas no cambiarán la alcalinidad del suelo, lo que hace al fertilizante aún más bueno para nuestras plantas.
Ahora sí, resta revolver bien todo y aplicarlo en las plantas.
Modo de aplicación
Toma un puñado pequeño del abono realizado con cenizas y llévalo directamente a la zona superior o superficial del sustrato de tus plantas. Lo que sí, debes tener en cuenta que, como mucho, debe aplicarse dos veces al año, bien distanciadas entre sí.