Bolsas de basura y para empacar comida, film adherente, bombillas, sachets, mangas pasteleras y hasta botellas de agua creadas con materiales que reemplazan el plástico ¿es posible? Para Rodrigo Sandoval (padre) y Rodrigo Sandoval (hijo) sí lo era y lo materializaron. Ambos se unieron para emprender y tras probar en la industria de los químicos -con pinturas- decidieron crear una botella 100% compostable, de agua purificada, a la que llamaron Green First y que empezaron a comercializar en el 2019.
Pero luego vino la pandemia y los eventos deportivos y turísticos se cancelaron, lo que no les permitió seguir creciendo sólo con este producto. Eso los llevo a preguntarse ¿Qué más podían crear sin perder el foco en la sustentabilidad? Allí fue que nació I Am Not Plastic, con toda esta gama de productos para el hogar y que, posteriormente, también ha sido comercializada con grandes empresas como hoteles y restaurantes.
“Buscamos cuáles eran las necesidades más fuertes que había y en las que el bioplástico fuese una solución viable y ahí lanzamos, a principio de 2021, nuestra primera gama de productos para el hogar”, cuenta Rodrigo Sandoval -hijo-, CEO de I Am Not Plastic, a Forbes.
Ese mismo año vendieron cerca de u$s8 mil y en 2022 lograron casi cuadriplicar la cifra. Para el cierre de 2023 buscan mantener el mismo margen de ventas, o crecer al menos un 10% en Chile y lograr consolidar su expansión en Estados Unidos, país en el que lanzaron sus productos este año.
“Creemos que si logramos mantenernos, o al menos crecer un 10%, es una muy buena meta porque sabemos que es un año muy complicado para Chile en lo económico. Ahora, creemos que nuestro crecimiento en Estados Unidos puede llevarnos a duplicar o triplicar nuestra venta total como empresa porque es un mercado muchísimo más grande y uno o dos clientes de allá significarían probablemente lo que para nosotros actualmente es una venta anual de Chile”, especifica Sandoval.
Para ello, están apuntando a dos nichos grandes: cadenas de hoteles y de productos del hogar, y el lanzamiento de varios productos en Amazon.
En Chile, han visto un aumento de sus clientes en el segmento de grandes empresas, entre ellas Starbucks, Jumbo, Unimarc, Easy, Noi Hotels, Mandarin Oriental. Y, para Sandoval, esto tiene que ver con “lo adelantado que estamos en Chile comparando con la región, e incluso con Estados Unidos, en la influencia de la sustentabilidad en las empresas. Acá hay varios hoteles en los que su propuesta de valor tiene que ver con ser sustentable o no tener plástico, a pesar de que la Ley todavía no lo exige. Y, por otro lado, las leyes también han ido ayudando a que se busque el reemplazo del plástico; ahí es donde nosotros tratamos de ayudar a las empresas”, señala el emprendedor.
La historia
Rodrigo Sandoval -padre- siempre fue trabajador y emprendedor, con más de 40 años en el mundo de los productos químicos. Su primer hijo, por su parte, se fue por una carrera tradicional y estudió Ingeniería Civil en Chile. Trabajó en dos grandes empresas, en el área de marketing y luego se fue a vivir a Australia.
Fue allí donde se sintió atraído por esta forma de vida con la naturaleza y la conservación del medioambiente.
“Es un país muy conectado con la naturaleza, con el compostaje; están muy adelantados en estos temas y pensé que Chile se parece mucho a Australia; tiene en su ecosistema turístico, la naturaleza y que es necesario cuidar para que, finalmente, sea un activo económico”, cuenta Sandoval.
Cuando regresó de Australia se unió a trabajar con su padre y luego de un tiempo nació la aventura de crear este proyecto.
“Ahí me di cuenta de lo que era ser emprendedor y lo que era trabajar en una empresa familiar: somos pocos y somos los que hacemos todo, a diferencia de las grandes empresas en las que estuve, en las que uno podía llamar a otra persona para arreglar algo. Y eso me enganchó bastante, uno mismo resolver los desafíos”, añade el emprendedor.
Qué materiales usan
Entre los materiales que implementa la empresa están los biopolímeros (como PLA, PBS, almidón de maíz y PBAT) que permiten el compostaje de los productos, la mayoría de ellos certificados como home compost.
Hay otros con la certificación de compostabilidad industrial, como bombillas, pero no se puede asegurar que en el plazo de seis meses se vaya a degradar completamente en un compost en casa. En este caso, la empresa tiene una alianza con dos plantas de compostaje en Santiago, y otra en Puerto Montt, que reciben los productos para el proceso.
En esta línea, Sandoval indica que Chile está al debe con el manejo de los desechos orgánicos porque no pasa un camión para llevarse estos materiales por las casas. “Cuando eso empiece a crecer a nivel municipal, nuestros productos van a ir en ese canal de basura y van a poder llegar a plantas de compostaje donde terminan finalmente. Esto tiene que ver con políticas públicas que deberían facilitar a nuestros clientes el utilizar los productos y deshacerse de ellos de la mejor forma”, dice.
La mayoría de estos artículos se fabrican en Asia y Europa, unos pocos en Chile -como las bombillas de centeno- y otros en Bolivia. Las bolsas de basura se fabrican con una fabrica exclusiva para la compañía en China.
Planes de expansión
I Am Not Plastic está presente en todo Chile y, en este año, se expandieron a Estados Unidos a través de un distribuidor. También han tenido interés en Perú, México, Colombia y Uruguay. “La idea no es abrirse a todos lados al mismo tiempo porque sí, hay mucho interés, pero a veces uno pierde mucho tiempo en conversas con países que por temas legislativos no avanzan muy rápido”, cuenta Sandoval.
Por eso han decidido enfocar sus esfuerzos en ampliar la oferta de productos. Por ejemplo, ahora tienen cinco tamaños de bolsas de basura y cuatro en film adherente. Además, han creado bolsas de vacío para mantener los productos frescos y luego cocinarlos bajo agua tibia o caliente, en el caso de restaurantes y hoteles y están desarrollando mangas pasteleras compostables, que son productos que han nacido a través de la necesidad y el trabajo en conjunto con chefs. Recientemente, desarrollaron protectores de traje para las áreas de lavandería de los hoteles.