Con el foco en el impulso y aplicación de las políticas ambientales, San Luis cuenta con un plan que apunta a los residuos recuperados. Residuos Sólidos Urbanos (RSU), con la distribución estratégica de cuatro plantas: “La Jarilla” en Quines, “El Jote” en Carpintería, “Peuma” en La Toma y “La Metropolitana” en Dónovan, planta inaugurada en 2017 que recibe los residuos de diferentes localidades de la zona serrana central de la provincia.
Los principales materiales que se recuperan son cartón, papel, plásticos en sus distintas tipos (PET, polietileno, polipropileno), metales: aluminio, bronce, cobre, vidrios, materiales orgánicos de los cuales se hacen compost, cubiertas y tetrabrick.
“La mayoría de estos materiales reciclados se vuelven a introducir en los procesos productivos al circuito económico promoviendo la denominada economía circular”, subrayó Martín Cortázar, gerente general del Ente que administra las plantas de reciclado y de tratamiento de RSU e hizo énfasis en que “ese número es muy importante porque estamos hablando de entre 120 y 180 toneladas que antes se enterraban y ahora se recuperan y le estamos dando un valor agregado”.
Dicho valor del que habla Cortázar tiene que ver con el desarrollo de proyectos en donde se logró fabricar a partir de residuos recuperados, tejas plásticas, tutores (postes de plástico reciclado) y bloques de cemento y arena.
Durante los tres primeros meses del año, las cuatro plantas de RSU recuperaron un total de 356.000 kilos de material reciclable que será vendido al sector privado para ser reinsertado al ciclo de reciclado, extendiendo de esta forma, la vida útil de los productos bajo el modelo de economía circular.