¿Por qué no debemos colgar selfies con simios en las redes?

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Con motivo del Día del Chimpancé, el pasado 14 de julio, la famosa etóloga británica Jane Goodall decidió difundir un vídeo en el que explicaba en qué situación se encuentra esta especie. Muy a su estilo, con una gran sencillez y una calma apabullante, Goodall relataba todas las causas que siguen amenazando a los simios.

Destrucción de hábitat por el expolio de empresas petroleras, gasísticas o mineras; crecimiento de la población y expansión de la ganadería; caza comercial de animales salvajes; trampas para jabalíes o antílopes… una sangrante lista a la que añadió una nueva causa, profundamente arraigada en la forma de vida del siglo XXI y que se repite de forma rutinaria, a diario. La británica se refería a los selfies.

«Suelen hacerse selfies en zoos o con chimpancés utilizados para el entretenimiento. Y no deberíamos estar en contacto con chimpancés de esa manera, también es una falta de respeto a ellos. No quieren ese selfi, nosotros lo queremos, pero ellos no; por lo tanto, no está bien», recalcaba.

No sólo no es ético, sino que, además, contribuye a crear la idea de que los chimpancés son «criaturas adorables». Una concepción errónea que la comunidad científica y los expertos están denunciando como una de las amenazas modernas a las que se enfrentan estas especies, ya que es una actitud que fomenta el interés por adquirirlos como mascotas y, con ello, da alas (aún más) al mercado negro del tráfico de animales.

«Como mascotas, se les separa de sus madres, sus familias, sus grupos y se les viste con ropa. ¡Oh, son lindos como bebés!, pero luego empiezan a crecer. Y no quieren ser un niño humano en una casa humana», zanjaba Goodall, que insistía en el peligro que puede suponer tratar de domesticar un chimpancé.

La propia Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ya se ha pronunciado al respecto a través de su Grupo Especialista en Primates mediante un comunicado en el que incluso piden a profesionales como primatólogos, conservacionistas, cuidadores, voluntarios en zoos o santuarios , además de artistas conocidos o figuras políticas, que no publiquen fotos de ellos junto a simios en redes sociales. «Los efectos negativos de publicar tales imágenes pueden superar los efectos positivos, y debemos aplicar el principio de precaución, dadas las dimensiones de la crisis de extinción» que sufren estas especies, reza el comunicado.

El problema de los simios y las redes sociales

Además, las redes sociales no sólo se han convertido en un amplificador del interés por adquirir animales exóticos, sino que funcionan como una cómoda (y peligrosa) plataforma de compraventa, tal y como denuncia el informe ‘Bosques Vacíos’ elaborado por el investigador independiente Daniel Stiles para Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.

«Hay comerciantes, algunos de los cuales han conseguido un gran número de seguidores en las redes sociales, que publican fotos y videos de bebés de grandes simios, a menudo vestidos, y reaccionan a consultas para una posible venta dirigiendo el consumidor a una aplicación de mensajería encriptada donde las negociaciones pueden llevarse a cabo en privado», detalla el informe, que advierte de un incremento exponencial en la demanda de animales exóticos en las últimas dos décadas.

Stiles denuncia que algunos de los ejemplares que se muestran en redes sociales se han convertido en ‘estrellas’ que acumulan millones de seguidores en Twitter, Facebook e Instagram. «Una publicación de video de un bebé chimpancé vestido con ropa de niño, por ejemplo, puede llegar rápidamente a numerosos compradores potenciales».

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