La coalición de ONG Infozoos advierte del gran número de la
matanza de animales sanos que cada año son sacrificados en los zoológicos europeos: entre 3.000 y 5.000, según reconoce la propia Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
Los animales eutanasiados -en su mayoría pequeños mamíferos- no llaman tanto la atención del público como el caso de la joven jirafa Marius, sacrificada, descuartizada y ofrecida como alimento a los leones ante la mirada de los visitantes del zoo de Copenhague. Sin embargo, consideran que, desde un punto de vista ético, las matanzas de animales o estas eutanasias son igualmente condenables.
Según los criterios de la EAZA, las matanzas de animales se producen para no saturar las ya de por sí pequeñas instalaciones de los zoos. En ocasiones ni siquiera se practica la eutanasia dejando que los animales establezcan sus propias jerarquías, sobreviviendo el más fuerte.
Los zoos alegan que sacrifican y realizan las matanzas de animales con los animales excedentes, pero desde Infozoos no se entiende cómo se puede criar indiscriminadamente animales si luego no hay instalaciones o capacidad para mantenerlas.
Muchos centros alegan que se trata de satisfacer una necesidad tan natural en los animales como es procrear. “Sin embargo, a los zoos
no les preocupa tanto cubrir otros instintos naturales como son escalar, vivir en manadas, nadar o recorrer largas distancias” informan desde Infozoos.
Para Infozoos es fundamental que los zoos controlen rigurosamente la reproducción o dejen de criar. El año pasado el zoo de Barcelona decidió esterilizar a los ejemplares de Coipú. Un buen ejemplo que debería extenderse a otras especies y otros zoos.