La situación de los reptiles en cuanto a su supervivencia es preocupante. A pesar de constituir una parte significativa de la biodiversidad del planeta, solo una fracción de las especies de reptiles ha sido evaluada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
De las más de 8,700 especies existentes, solo 1,386 han sido evaluadas, y de estas, 180 aún se consideran con datos insuficientes. Sin embargo, de las especies evaluadas, un alarmante 35% se encuentra amenazado.
Según los datos recopilados, se identifican 203 especies como vulnerables, 134 como «en peligro» y 86 como «en peligro crítico». Estas cifras son un indicio preocupante del riesgo que enfrentan numerosas especies de reptiles en todo el mundo.
El peligro para los reptiles proviene principalmente de la actividad humana. La caza directa, así como la destrucción de su hábitat natural, representan las amenazas más significativas para su supervivencia. La introducción de especies invasoras por parte del hombre, como depredadores o plantas que alteran drásticamente su entorno, también ha contribuido a su declive.
En el último año, 5 especies de reptiles han experimentado un deterioro genuino en su estado y han tenido que ser recategorizadas por la UICN. Entre estas especies se encuentran las siguientes, de las que hemos querido remarcar la tortuga, como uno de los reptiles más amenazados por la extinción.
Cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer)
El cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer) es una especie endémica de Cuba que se encuentra en grave peligro de extinción. En 2007, fue clasificado como «en peligro» según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN debido a diversas amenazas que enfrenta en su hábitat natural.
Sin embargo, la situación empeoró significativamente en 2008, cuando fue reclasificado como «en peligro crítico», lo que indica un riesgo extremadamente alto de extinción en el corto plazo.
Una de las principales amenazas para el cocodrilo cubano es la caza ilícita, que ha reducido drásticamente su población. Estos cocodrilos son cazados por su piel y carne, que son consideradas valiosas en el mercado negro. Además, la hibridación con cocodrilos americanos nativos representa otro grave riesgo para la supervivencia de esta especie.
La introducción de cocodrilos americanos en su hábitat natural ha llevado a la hibridación, lo que compromete la integridad genética y la adaptación de los cocodrilos Cubanos a su entorno.
Tortuga de cuello oculto de Madagascar (Erymnochelys madagascariensis)
La tortuga de cuello oculto de Madagascar (Erymnochelys madagascariensis) es una especie endémica de Madagascar que enfrenta una grave amenaza de extinción. En 2007, fue catalogada como «en peligro» según la lista roja de especies amenazadas de la UICN debido a diversas presiones sobre su población.
Su situación empeoró aún más en 2008, cuando fue reclasificada como «en peligro crítico», lo que indica un riesgo extremadamente alto de extinción en un futuro cercano.
Una de las principales amenazas para esta especie es la caza para subsistencia, donde las tortugas son cazadas por su carne y huevos para alimentar a las comunidades locales. Esta práctica ha reducido drásticamente su población, llevándola al borde de la extinción.
La captura incidental en la pesca representa otra amenaza significativa para la tortuga de cuello oculto de Madagascar. A menudo quedan atrapadas en las redes de pesca destinadas a otras especies, lo que aumenta la presión sobre su ya menguada población.
Tortuga radiada (Astrochelys radiata)
La tortuga radiada (Astrochelys radiata) es una especie icónica de Madagascar que ha experimentado un dramático declive en su población en los últimos años. En 2007, esta especie fue clasificada como «vulnerable» en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, lo que indicaba un riesgo significativo de extinción en un futuro cercano. Su situación empeoró aún más en 2008, cuando fue reclasificada como «en peligro crítico», lo que significa que enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
Una de las principales amenazas para la tortuga radiada es la caza para alimentación y comercio internacional. Estas tortugas son altamente valoradas por su carne y sus caparazones, lo que ha llevado a una explotación insostenible de la especie para satisfacer la demanda del mercado nacional e internacional. La caza descontrolada ha diezmado las poblaciones de tortugas radiadas, dejándolas al borde de la extinción.
Además de la caza, la destrucción del hábitat también representa una grave amenaza para esta especie. La deforestación y la conversión de tierras para la agricultura y la urbanización han reducido drásticamente el hábitat natural de la tortuga radiada, dejándola cada vez más vulnerable a la extinción.
Tortuga araña (Pyxis arachnoides)
La tortuga araña (Pyxis arachnoides), nativa de Madagascar, ha experimentado un alarmante declive en su población en los últimos años. En 2007, esta especie fue catalogada como «vulnerable» en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, lo que indicaba un riesgo significativo de extinción en un futuro cercano. Su situación se deterioró aún más en 2008, cuando fue reclasificada como «en peligro crítico», lo que señala un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
Una de las principales amenazas que enfrenta la tortuga araña es la destrucción del hábitat. La deforestación, la expansión agrícola y la urbanización han llevado a la pérdida y fragmentación del hábitat natural de esta especie, reduciendo drásticamente las áreas disponibles para su supervivencia. Esta pérdida de hábitat ha dejado a la tortuga araña cada vez más vulnerable a la extinción.
Además de la destrucción del hábitat, la caza para alimentación también representa una seria amenaza para esta especie. La captura de tortugas araña para consumo humano ha aumentado la presión sobre sus poblaciones ya reducidas, lo que agrava aún más su situación de vulnerabilidad.
Tortuga de cola plana (Pyxis planicauda)
La tortuga de cola plana (Pyxis planicauda) enfrenta una situación cada vez más crítica en cuanto a su supervivencia. En 2007, esta especie fue clasificada como «en peligro» en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, lo que indicaba un riesgo alto de extinción en estado silvestre. Lamentablemente, su situación empeoró aún más en 2008, cuando fue reubicada en la categoría de «en peligro crítico», denotando un riesgo extremadamente alto de extinción en un futuro cercano.
Una de las principales amenazas que enfrenta la tortuga de cola plana es la pérdida de hábitat debido a la actividad humana. La deforestación para la agricultura, la expansión urbana y los incendios forestales han reducido drásticamente el hábitat disponible para esta especie, dejándola cada vez más vulnerable.
Además de la pérdida de hábitat, la caza para el comercio también representa una seria amenaza para la tortuga de cola plana. Esta especie es objeto de captura y comercio ilegal debido a su atractivo en el mercado de mascotas exóticas, lo que ha contribuido significativamente a su declive poblacional.
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