Una hermosa serpiente de colores vibrantes que se encuentra fácilmente colgada de los árboles. Se trata de la boa esmeralda (Corallus batesii), una especie del género Corallus y de la familia Boidae y, por lo tanto, “pariente” de las boas constrictoras y las anacondas.
Se encuentra sobre todo en las regiones tropicales de Sudamérica y puede verse en casi toda la Amazonia, según el sitio web Animal Diversity Web (ADW), una enciclopedia en línea mantenida por el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
En Brasil, la Corallus batesii recibe el curioso nombre de “serpiente loro” por su intensa coloración verde y amarilla, como la del pájaro parlante. Además de tener gran parte del cuerpo verde, tiene algunas manchas blancas y el vientre amarillo, describe el Instituto Butantan (una institución brasileña de investigación científica y producción de inmunobiológicos dependiente del gobierno del estado de São Paulo).
Conoce más información sobre esta serpiente exótica que llama la atención por sus peculiares hábitos.
Boa esmeralda: grande pero no venenosa
Las serpientes Corallus batesii, como sus primas más famosas, la boa constrictora y la anaconda, pueden ser muy grandes y medir hasta 2 metros. A pesar de su impresionante tamaño, no son serpientes venenosas, asegura el Instituto Butantan.
Son carnívoras y peligrosas para sus presas. Esto se debe a que utilizan la misma técnica mortal que las anacondas: la boa esmeralda se envuelve alrededor de su presa y la aprieta con fuerza para que no pueda respirar, matándola para alimentarse.
Es común ver a la boa esmeralda en lo alto de los árboles
A diferencia de la mayoría de las serpientes, que se arrastran por el suelo, la Corallus batesii se encuentra comúnmente en la copa de los grandes árboles, donde pasa muchas horas en las ramas a una altura de 12 a 15 metros, explica la institución brasileña.
La ADW indica que esta serpiente es endémica de regiones arbóreas con mucha humedad, especialmente en la selva amazónica (tanto en la región amazónica brasileña como en Perú, Surinam, Guyana, Colombia, Venezuela y Ecuador).
Buscan permanecer en lo alto de los árboles, en lugar de en el suelo, pero también pueden verse en zonas más secas, como sabanas o bosques secos en otras partes de Sudamérica.
Tiene hábitos nocturnos
Aunque la Corallus batesii permanece en las copas de los árboles muchas horas durante el día, baja al suelo en momentos concretos, como al anochecer. Esto se debe a que es una serpiente de hábitos nocturnos e incluso sus pupilas verticales están adaptadas para ver mejor en la oscuridad y regular la luz, según Butantan.
Durante la noche la boa esmeralda suele bajar de los árboles para cazar y alimentarse de animales como marsupiales (principalmente mofetas), roedores y murciélagos, e incluso algunas aves.
Durante el día es difícil verla arrastrándose por el suelo, pero en épocas secas puede descender al suelo para buscar agua en arroyos y charcos.
La boa esmeralda cambia de color a lo largo de su vida
Otro dato curioso sobre este reptil es que durante su ciclo vital no siempre es el típico “loro” de colores verde y amarillo. El organismo brasileño explica que, debido a su capacidad de camuflaje, sus colores se adaptan en las distintas etapas de su vida.
Cuando aún son jóvenes, las Corallus batesii son incapaces de subir a lo alto de los árboles para esconderse. Por eso, en esa etapa tienen un color anaranjado para poder camuflarse en las ramas delgadas más bajas de los árboles. A medida que crecen y alcanzan las partes más altas y frondosas, se vuelven cada vez más verdes para ocultarse entre el follaje.
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