Los comisionados de Miami han pospuesto por 60 días la decisión sobre la ubicación de una nueva planta de residuos sólidos que reemplazará la instalación incendiada en 2023.
Esta decisión ha generado un debate entre los residentes locales y las autoridades sobre el tipo de instalación que se construirá y su impacto en las comunidades cercanas.
Debate en Miami
Los residentes de las comunidades cercanas a las posibles ubicaciones de la nueva planta han expresado su oposición a la construcción de lo que ellos denominan un “incinerador”.
Durante una reciente reunión de comisionados, vecinos de Doral, Medley y Miramar manifestaron su rechazo con el lema “Not in our backyard” (No en nuestro patio trasero).
Por otro lado, las autoridades del condado prefieren referirse al proyecto como una “planta de desechos sólidos” o un “Campus de Residuos Sostenibles WTE” (Waste-to-Energy, o conversión de residuos en energía). Esta diferencia en la terminología refleja la brecha entre los residentes y los planes oficiales para la instalación.
Nueva tecnología
La alcaldesa Daniella Levine-Cava ha presentado un informe detallado sobre las opciones tecnológicas para la nueva planta. El documento propone un sistema de incineración masiva o “mass burn”, capaz de procesar hasta 4,000 toneladas diarias de residuos y generar electricidad.
Según el informe, esta tecnología cumpliría con los estándares de calidad del aire establecidos por la EPA y el Departamento de Protección Ambiental de Florida.
Sin embargo, organizaciones como Florida Rising eligen alternativas más ecológicas, como las tecnologías de reciclaje y compostaje integral utilizadas en San Francisco o las plantas de tratamiento de residuos que producen biocombustibles sin incineración, como la de Masdar City en Abu Dhabi.
El comisionado Juan Carlos Bermúdez ha enfatizado que la instalación propuesta no sería un incinerador tradicional, sino un campus que incluiría una planta de reciclaje y compostaje. “En un mundo perfecto, no habría ni incineradores ni vertederos”, afirmó Bermúdez, destacando la necesidad de tomar una decisión pragmática.
Los comisionados de Miami-Dade tienen hasta el 6 de noviembre para decidir entre cuatro ubicaciones propuestas para la nueva planta. Un terreno cerca de Airport West, otro en White Rock, uno en Medley y el sitio de la planta siniestrada en Doral.
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