Un equipo de científicos nacionales e internacionales, liderado por el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de Ecuador, descubrió una nueva especie de sapo arlequín en la Amazonía ecuatoriana. La especie, denominada Atelopus colomai, cuenta con características particulares, como el dorso negro con círculos, puntos o líneas asimétricas de color verde amarillento.
Sin embargo, no es lo único que llama la atención son sus laterales, donde presenta una reticulación verde amarillenta, similar a la espuma, que forma una banda desde arriba del ojo hasta la ingle, con numerosas marcas redondeadas negras.
Por otra parte, su vientre color crema y sus labios bardeados por una línea negra delgada, son particulares no pasan desapercibido, como tampoco los laterales de su vientre, con una transición de reticulación verde amarillenta con numerosos puntos negros hasta la garganta.
Esta especie habita en los bosques lluviosos de tierras bajas que se encuentran cerca de los arroyos y ríos de la provincia de Orellana y Pastaza, entre los ríos Napo y Pastaza, y si bien fue descubierta recientemente, ya se encuentra en peligro de extinción. Este animal ingresó a la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que solo se la pudo encontrar en seis localidades definidas, además de que están severamente fragmentadas y amenazadas por la contaminación, la agricultura y la deforestación, entre otras.
Hábitat y comportamiento de la nueva especie
Esta nueva especie sorprendió a los científicos por un motivo en especial: su extraño comportamiento. Los machos son más activos durante el día, especialmente después de lluvias matutinas o al atardecer, y suelen encontrarse en ramas, troncos caídos y rocas hasta 1,5 metros del suelo, permaneciendo inactivos.
Por otra parte, descubrieron que las hembras solo pueden ser encontradas por las noches durmiendo sobre las hojas o en axilas de bromelias de 1 a 5 metros sobre el suelo. Además, observaron metamorfosis en septiembre, por lo que los investigadores creen que su reproducción puede tener lugar durante todo el año.
Su estado de conservación
Durante los últimos 40 años, estos sapos arlequín sufrieron descensos sin precedentes en sus poblaciones y posibles extinciones, ya que cuenta con más de 100 especies, de las cuales muchas aún no fueron descritas. Desde entonces, su estado de conservación no presentó mejoras, por lo que pasaron a ser considerados como el ejemplo más representativo de los precipitados descensos de los anfibios.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!