El parque marino Marineland Francia cerrará sus puertas definitivamente el 5 de enero de 2025, marcando un hito significativo en la lucha contra el cautiverio de cetáceos.
Esta decisión es el resultado de años de activismo por parte de PETA Francia y otros grupos defensores de los derechos de los animales, quienes han trabajado incansablemente para concienciar sobre la crueldad que implica el confinamiento de estos mamíferos marinos.
La campaña, que contó con la participación de la directora honoraria de PETA, Pamela Anderson, llamó la atención del público al destacar las condiciones en las que viven los cetáceos en cautiverio. Anderson, una ferviente defensora de los derechos de los animales, posó en una bañera para simbolizar los diminutos tanques donde son mantenidos estos animales, inspirando a muchas personas influyentes a unirse a la causa.
Casi 50.000 personas firmaron peticiones y participaron en protestas, cartas y denuncias para presionar por el cierre del parque marino. En un comunicado, PETA solicitó que las orcas restantes en Marineland, Wikie y Keijo, sean reubicadas en santuarios marinos en lugar de otros parques, enfatizando que “la única opción ética es enviar a estas orcas a un santuario donde puedan vivir en un entorno más natural“.
Crueldad en los parques marinos
Los parques marinos someten a animales como orcas y delfines a un estrés físico y mental extremo. En la naturaleza, estos animales recorren largas distancias y tienen estructuras sociales complejas, pero en cautiverio, se ven confinados en tanques pequeños, forzados a formar grupos antinaturales y realizar trucos repetitivos para los visitantes. Este ambiente artificial puede tener consecuencias devastadoras, como se vio en marzo con la muerte de Inouk, una orca de 25 años en Marineland, la segunda en fallecer en seis meses.
Otros parques marinos, como el Loro Parque en España, también han enfrentado la muerte de varios cetáceos. Recientemente, Keto, una orca de 29 años, murió en este parque, una edad significativamente menor que la esperanza de vida de estos animales en libertad.
Un cambio en la industria
El cierre de Marineland Francia es parte de un cambio más amplio hacia la reducción de la explotación de animales marinos. Este año, el contrato de arrendamiento del Miami Seaquarium fue rescindido tras décadas de controversia, y la empresa de viajes europea Jet2 dejó de vender entradas para parques marinos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Empresas de viajes como TUI siguen promocionando estos parques, y muchas instalaciones en todo el mundo continúan explotando a los animales. Los activistas insisten en la necesidad de seguir presionando para que estas prácticas cesen y se promueva la creación de santuarios marinos como la única alternativa viable.
El cierre de Marineland Francia es un paso importante, pero los defensores de los derechos de los animales ven esto como el inicio de un cambio más amplio. El objetivo final es lograr la liberación de todos los animales marinos del cautiverio y su reubicación en entornos más adecuados.
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