China dio pasos gigantes en el desarrollo de energías renovables, especialmente en el ámbito marino, pero su ambicioso avance podría costarle caro. En su afán por liderar la transición energética, el gigante asiático apostó fuertemente por proyectos como la energía solar flotante y la eólica offshore. Sin embargo, esta expansión masiva plantea dudas sobre el impacto ambiental y el futuro de sus ecosistemas marinos, en especial sobre el riesgo de perder sus mares.
El concepto de energía solar flotante consiste en instalar paneles solares sobre cuerpos de agua como embalses, presas y mares. Esta tecnología permite aprovechar espacios no utilizados en tierra y reducir la evaporación de agua en ciertas áreas. Según previsiones de Wood Mackenzie, el mercado global de energía solar flotante alcanzará los 77 GW de capacidad instalada en 2033, con China liderando el sector.
China, que ya cuenta con más de 700 GW de capacidad solar, está llevando esta tecnología a nuevos límites. En este sentido, la empresa estatal CHN Energy completó la instalación de un proyecto marino de energía solar de 1 GW en la provincia de Shandong, mientras que Huaneng Group construyó plataformas capaces de soportar las duras condiciones del mar abierto.
Además, el país también avanzó en energía eólica offshore, con innovaciones como el aerogenerador marino de Mingyang, diseñado para resistir tifones, y la turbina de Dongfang Electric Corporation, la más grande del mundo con 26 MW de capacidad.
El impacto ambiental y las críticas por el riesgo de perder sus mares
A pesar de sus logros, esta expansión masiva generó preocupación. Los proyectos a gran escala sobre el agua podrían alterar ecosistemas marinos, afectar a la biodiversidad y plantear problemas de sostenibilidad a largo plazo. De hecho, la instalación de paneles solares y turbinas eólicas en mares abiertos plantea riesgos de contaminación, daño a la fauna marina y alteraciones en las corrientes oceánicas.
Tras tomar esta iniciativa, China enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre su ambición de liderar la transición energética y la necesidad de preservar sus mares. Si no se establecen regulaciones adecuadas y se realiza un análisis exhaustivo de los impactos ambientales, el precio de esta carrera hacia las renovables podría ser demasiado alto.
Esto significa que China, con su enfoque agresivo y pionero en el sector, tiene la oportunidad de establecer un modelo para el desarrollo sostenible de energías renovables marinas, pero solo si logra priorizar la salud de sus mares y ecosistemas.
La importancia de los mares para el medio ambiente
Los mares son importantes para el medio ambiente porque regulan el clima, producen oxígeno, son fuente de alimentos y proporcionan agua para beber.
- Regulan el clima: los mares absorben el 23% del dióxido de carbono (CO2) generado por la actividad humana. Además, absorben el 90% del exceso de calor causado por el cambio climático, mientras controlan el ciclo del agua y la circulación oceánica y atmosférica.
- Producen oxígeno: los mares son la principal fuente de oxígeno de la Tierra.
- Son fuente de alimentos: estas gigantescas masas de agua son una fuente de alimentos para los humanos, como peces, mariscos, mamíferos y algas.
- Proporcionan agua para beber: los mares retienen el 97% del agua del planeta.
Sin embargo, la actividad humana está amenazando los mares. Entre las amenazas se encuentran la contaminación por desechos plásticos, la sobrepesca y el cambio climático.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!