En paisajes áridos o zonas olvidadas por la urbanización, hay plantas que crecen de forma silenciosa, resistentes y generosas, aunque muchas veces pasen desapercibidas. Algunas de ellas, como el nopal y la zarzamora, no solo destacan por su capacidad de adaptarse a condiciones adversas, sino también son considerados verdaderos tesoros naturales por su gran valor nutricional y cultural.
Originario de América y especialmente venerado en México, el nopal pertenece al género Opuntia y es mucho más que un cactus con espinas. Sus hojas carnosas, tras ser limpiadas, pueden prepararse en una gran variedad de platos, y su fruto —la tuna o higo chumbo— es una fuente rica de fibra, vitaminas y minerales. En su país de origen, el nopal no solo forma parte de la alimentación diaria: está presente en la bandera nacional y es símbolo de identidad, resistencia y sabiduría ancestral.
Más allá de sus raíces culturales, esta planta se destaca por su potencial alimentario. Crece en suelos áridos, es resistente a la sequía y requiere pocos cuidados, lo que llevó a muchos expertos a considerarla una solución posible frente a los desafíos del cambio climático y la inseguridad alimentaria. Consumido regularmente, el nopal puede ayudar a desintoxicar el organismo, limpiar el colon y contribuir al control de la presión arterial.
En contraste con el entorno árido donde prospera el nopal, la zarzamora es una planta silvestre que prefiere climas templados y zonas boscosas. A simple vista, sus tallos espinosos y flores blancas podrían pasar inadvertidos, pero entre ellos se esconde un fruto oscuro, brillante y lleno de sabor. Dulce, jugosa y refrescante, la zarzamora es rica en antioxidantes y vitamina C, ideal para fortalecer el sistema inmune.

Las virtudes de la zarzamora
Desde tiempos antiguos, esta fruta fue valorada como un manjar silvestre. Hoy se consume fresca o en preparaciones como mermeladas, jugos y tartas. A pesar de su aspecto frágil, la planta es notablemente resistente, y como el nopal, representa una muestra de la generosidad de la naturaleza cuando se la observa con atención.
Ambas especies, con sus particularidades y virtudes, invitan a repensar nuestra relación con las plantas que se encuentran alrededor. En un mundo donde la biodiversidad se vuelve cada vez más crucial, el nopal y la zarzamora se perfilan como tesoros naturales por volverse aliados valiosos, silenciosos y resilientes, que merecen un lugar destacado en nuestra cultura y alimentación.

¿Cuáles son los beneficios nutritivos de estas frutas?
La zarzamora y el nopal son frutos y cactús con propiedades nutritivas y medicinales. Por esta razón, además de ser verdad tesoros, también pueden convertirse en remedios naturales.
Zarzamora
- Rica en antioxidantes, vitaminas C y K, y fibra
- Fortalece el sistema inmunológico
- Mejora la digestión
- Mantiene la salud cardiovascular
- Contiene vitaminas A, B1, B2, C y K
- Contiene minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio
- Tiene propiedades antiinflamatorias
- Ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas
Nopal
- Contiene fibra, vitaminas y minerales esenciales
- Fortalece el sistema inmunológico
- Mejora la digestión
- Mantiene la salud ósea
- Contiene altos niveles de vitamina C, vitamina A, calcio, potasio y magnesio
- Ayuda a controlar la diabetes y la hiperglucemia
- Reduce el colesterol
- Tiene propiedades antivirales y antiinflamatorias
- Ayuda a tratar la obesidad y la resaca
El nopal también contiene aminoácidos y niacina, que ayudan a prevenir que el exceso de azúcar en la sangre se convierta en grasa.
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