Un total de 20 linces ibéricos fallecieron en España durante 2015, de los cuales 15 han sido atropellados en las carreteras, el responsable del programa de conservación de especies de WWF España, Luis Suárez.
Esta cifra supone que murieron siete linces menos que el año anterior. En concreto, en la Península Ibérica fallecieron un total de 22 ejemplares de lince este año, dos de ellos en Portugal, donde uno murió por envenenamiento. El resto, según detalló Suárez, falleció a consecuencia de peleas, causas naturales o enfermedades.
Suárez explicó además que gracias al programa de cría en cautividad del lince repartido por la península Ibérica ‘siguen naciendo cachorros’.
De hecho, en 2016 se soltarán más de 40 linces nacidos en cautividad lo que, a su juicio, es una ‘muy buena noticia’ porque significa que el trabajo de reintroducción continúa alimentando las cuatro nuevas poblaciones, que son ‘el futuro de la especie’.