En 20 años, África perdió cerca de la mitad de su población de leones pero por más que culpemos a la cacería, esta no es la razón principal de su situación.
El asesinato de Cecil en Zimbabwe puso en la mira el grave problema que enfrentan los leones, sin embargo su conservación depende de mucho más que acabar con la caza de trofeos.
Los leones en África han disminuido por la misma razón que muchas especies alrededor del mundo: la fragmentación de su hábitat, los conflictos entre humanos y la vida silvestre y enfermedades. Cecil era un león excepcional y la causa de su muerte es un hecho que ha indignado a muchas personas pero hay que ver cuál es el verdadero problema.
Prohibir la cacería recreativa significaría cortar ingresos en África por más de $201 millones de dólares que se derivan de ella. Algunos conservacionistas reconocen que la caza contribuye a la protección de la tierra en lugares donde el ecoturismo no es viable. En lugares como Kenia, Tanzania y Zambia, la prohibición de la caza se ha asociado a una pérdida de vida silvestre en vez de su conservación.