La Amazonía, un tesoro de biodiversidad única, enfrenta una nueva crisis ambiental que amenaza la supervivencia de una de sus especies más representativas: las tortugas charapa (Podocnemis expansa). En el último año, los nacimientos de tortugas de esta especie en el Valle del Guaporé, cayeron un 50% en un área clave de desove situada en la frontera entre Brasil y Bolivia. Este drástico descenso se debe a la combinación de sequías históricas, incendios forestales y otros fenómenos climáticos extremos.
El Valle del Guaporé, conocido como un santuario natural para las tortugas charapa, es el lugar donde millones de hembras se congregan cada año entre agosto y octubre para anidar en playas elevadas. Sin embargo, en 2024, el número de nacimientos descendió de 1,4 millones a apenas 700.000 crías.
De acuerdo con César Luiz Guimarães, superintendente del Ibama en Rondônia, esta disminución se debió a la interacción de factores climáticos adversos que interrumpieron el ciclo reproductivo de la especie. Entre las principales amenazas, se destaca la sequía más severa registrada en la región, que redujo drásticamente los niveles de los ríos y dificultó que las hembras llegaran a las playas de desove.
Esto se debe a la crisis climática en la Amazonía, que generó múltiples problemas para las tortugas charapa, como las sequías prolongadas que dejaron a los ríos en niveles extremadamente bajos, provocando que muchas hembras sin acceso a las playas de anidación. Por otra parte, los incendios forestales récord y el humo ocasionado desorientaron a las tortugas y retrasaron su reproducción, sin mencionar las inundaciones repentinas de diciembre que destruyeron numerosos nidos, ahogando a las crías antes de su nacimiento.
Conservación y esfuerzos para mitigar la crisis
A pesar de estas adversidades, se implementaron acciones de conservación para minimizar los daños. Para esto, el Ibama lideró una campaña de rescate en la que 200.000 crías fueron trasladadas a zonas protegidas antes de ser liberadas en el río, lejos de depredadores. Sin embargo, el pronóstico total para 2024 apenas alcanza las 700.000 crías, muy por debajo de las cifras históricas.
En otras partes de la Amazonía, iniciativas comunitarias, como las del Parque Nacional do Jaú, involucraron a las poblaciones locales en la protección de tortugas. Por esta razón, antiguos cazadores fueron capacitados como monitores ambientales, transformando su relación con estas especies.
Nidos vulnerables y disminución de nacimientos de tortugas
En el Valle del Guaporé, las tortugas suelen anidar en siete playas principales, cinco en Brasil y dos en Bolivia. Este año, solo una de ellas registró nacimientos exitosos, mientras las demás quedaron inutilizables debido a la sequía y la expansión de bancos de arena. Las crías que lograron nacer estuvieron expuestas a depredadores como buitres y caimanes, y a condiciones extremas antes de llegar al agua.
El humo de los incendios, además, desorientó a las hembras, causando un retraso en su ciclo reproductivo. Este desajuste dejó a muchas crías vulnerables a lluvias e inundaciones que destruyeron sus nidos.
Amenazas adicionales para las tortugas fluviales
Las tortugas charapa no son las únicas afectadas. En toda la Amazonía, 11 de las 16 especies de tortugas fluviales enfrentan graves amenazas. Entre las causas principales están el tráfico ilegal de huevos y carne, la deforestación, la construcción de hidroeléctricas y el cambio climático, exacerbado por fenómenos como El Niño.
Organizaciones como el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) y la Wildlife Conservation Society (WCS) implementaron programas innovadores que involucran a las comunidades ribereñas en la protección de nidos y el rescate de huevos. Para esto, se formaron más de 100 habitantes locales, que se convirtieron en guardianes de tortugas, un modelo que combina la conservación con el desarrollo sostenible de estas comunidades.
A pesar de los esfuerzos, el futuro de las tortugas charapa sigue siendo incierto. Sin embargo, las iniciativas de conservación ofrecen una esperanza para preservar esta especie icónica y el equilibrio de los ecosistemas amazónicos. Proteger a las charapa no solo es crucial para su supervivencia, sino también para garantizar la salud de uno de los entornos más ricos y frágiles del planeta.
¿Cuáles son las características de las tortugas charapa?
De acuerdo con la Wildlife Conservation Society (WCS), las tortugas charapa (Podocnemis unifilis y P. expansa) son tortugas acuáticas de agua dulce, también conocidas como tortugas de cuello lateral, ya que no pueden meter completamente sus cabezas dentro de sus caparazones; en su lugar, doblan el cuello hacia los lados para meterla, dejando una parte expuesta. Estas especies ponen sus huevos en los bancos de arena que se forman durante la época seca a lo largo de los ríos, evitando que los nidos sean arrastrados por el agua.
La tortuga de río con manchas amarillas (P. unifilis) se encuentra bajo la categoría de Vulnerable en la Lista Roja de la UICN, mientras que la tortuga de río sudamericana (P. expansa) aparece como de Menor preocupación, pero como Dependiente de la Conservación. Para ambas especies, las principales amenazas para su conservación son el aumento de la explotación y comercialización de sus huevos para el consumo humano, así como la captura y venta de los individuos adultos.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!