La escasez de alimentos causada por el cambio climático está reduciendo la población del lobo marino antártico (Arctocephalus gazella) y afectando el perfil genético de aquellos que sobreviven.
Según una investigación publicada en Nature, los lobos marinos tienen un menor peso promedio al nacer y hay menos adultos que se reproducen porque esperan hasta más tarde para tener cría. Sólo los animales más grandes sobreviven y se reproducen.
Todos esos son síntomas clásicos de una escasez de alimento a largo plazo, lo cual se corrobora al mismo tiempo con una menor disponibilidad del krill antártico, un crustáceo diminuto esencial en la cadena alimentaria de ese hábitat.
Ese factor fue a su vez vinculado por los autores con temperaturas más altas del mar y del aire, y de los hielos polares.
‘El cambio climático ha reducido la disponibilidad de las presas y causó una caída significativa del peso de los lobos al nacer’, afirman.
‘Detectamos una disminución del 24% de la cantidad de hembras con cría en los últimos 27 años’, agrega. El estudio también detectó una menor variabilidad genética en los individuos, lo cual los vuelve más vulnerables ante cambios que necesitan una adaptación.