Un joven que circulaba en moto encontró 12 jabalíes muertos en una finca de Asturias. Los animales se encontraban en un avanzado estado de descomposición.
En la zona, varios vecinos también hablaban de un fuerte olor a consecuencia de la carne putrefacta. Alertado por ello, se acercaron a la finca. El terreno, según explica El Comercio, pertenece a cerca de una veintena de primos y se encuentra, al parecer, medio abandonada y bastante descuidada.
Junto a los cadáveres de los jabalíes, en el suelo se hallaron restos de comida que los animales podrían haber ingerido. En concreto, había maíz, garbanzos y fabes. Según las autoridades, este alimento podría haber sido envenenado y ser la causa de la muerte de los guarros. Un lugareño de la zona afirma que “estos animales generan muchos daños en las propiedades privadas. Más que lo que comen es lo que destrozan, y por eso alguien debió de querer tomarse la justicia por su mano”.
Tras ponerse en conocimiento de las autoridades, el Seprona se personó en la finca e hizo una primera inspección del terreno. Los agentes recogieron muestras de la comida encontrada para realizar su análisis. Asimismo, también acudieron los guardas de la Consejería. Llevaron consigo un perro para detectar el uso de veneno en cebos. Se extrajeron más muestras de los cereales, así como de los cadáveres de los animales.