La situación es “muy lamentable, toda esa zona se convirtió ya en un cementerio de animales y, si seguimos sin tomar medidas, esto no va a parar”
, lamentó el rescatista animal Amado Martínez en comunicación con medios locales.
Tras advertir que en la zona “deben quedar apenas entre 20 y 30 antas”, por lo que la pérdida resulta muy grave, apuntó que “la gente tiene que atender más cuando va manejando. A poca velocidad, un animal tan grande se tiene que ver, así que (quien lo atropelló) tenía que venir a alta velocidad y distraído. Yo creo que falta atención, falta precaución y sólo la aplicación estricta de la ley va a poder corregir esas cosas”, expresó Martínez.
En esa línea, planteó que “hace rato que se hubiera puesto un control en la zona, a la entrada del parque”. Periódicamente se realizan operativos de tránsito sobre las rutas más “sensibles”, tanto la 12 y la 101 (ambas en inmediaciones del Parque Nacional Iguazú) como la 19 (Urugua-í), sin que se logre reducir significativamente los atropellamientos de fauna.
Por ello, en la Legislatura provincial existe desde el año pasado un proyecto para endurecer y hacer fijos los controles de tránsito a la entrada y salida de las reservas naturales.
A su vez, Martínez hizo referencia a que “están apareciendo muchos pumas en las chacras en distintos municipios y cuando un animal silvestre se deja ver es porque algo anda mal: por falta de comida, falta de espacio o porque está viejo”.