Los perros callejeros de la ciudad cordobesa de Devoto ahora cuentan con cómodas “cuchas” públicas para refugiarse de las inclemencias del tiempo. Este iniciativa surgió de un grupo de jóvenes que militan en “Juntos por Devoto”.
A través de un trabajo comunitario, los militantes se unieron a la Sociedad Protectora de Animales y al municipio para instalar en el predio del ferrocarril, el lugar en donde más comúnmente se observa a los canes vagabundos, confortables “cuchas” construidas con tambores de aceite. Cabe destacar que los recipientes fueron cortados y acondicionados convenientemente con almohadones para que los perros no padezcan el frío del invierno.
La experiencia fue bautizada “No mata el frío, mata la indiferencia” y se basa en el trabajo mancomunado de diferentes organizaciones civiles.