El año pasado fue noticia en Santa Teresita. Un hombre sacó del mar a un delfín y lo expuso a quienes se acercaban, que se fotografiaron con él. El animal quedó tirado en la orilla, sin vida. El caso generó tanta indignación que repercutió en las redes sociales y en los principales medios del mundo. Pero parece que no dejó ninguna enseñanza, porque ahora la escena se repite.
Esta vez sucedió en la playa de San Bernardo. Se acercó a la orilla un delfín muy pequeño. Un grupo de veraneantes lo agarraron, lo tocaron y se sacaron fotos con el animal. Los chicos lo acariciaron, como si fuera una mascota.
Algunas personas pensaron que ya no respiraba. ‘Está muerto, está todo hinchado’, se escucha decir a un joven en el video difundido en los medios. Entonces decidieron dejar al delfín ahí, en la arena, sin devolverlo al mar.
La mujer que filmó el video, Claudia, sintetizó: ‘Lo dejaron morir, nadie hizo nada para ayudarlo. Era chiquito y se vino hacia la orilla. Lo podían devolver al mar, de hecho respiraba, pero todos se pusieron a sacarle fotos y a tocarlo. Decían que ya estaba muerto’.