El flamenco (Phoenicopterus) es conocido por su elegante postura en aguas poco profundas, pero lo que parece una imagen tranquila de filtración es, en realidad, un complejo sistema de caza activa.
Investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, han revelado que estas aves emplean técnicas biomecánicas para atrapar sus presas mediante torbellinos generados con patas y picos, concentrando organismos pequeños como copépodos y camarones de salmuera.
Según el experto Víctor Ortega Jiménez, líder del estudio, “los flamencos son depredadores estratégicos que diseñan remolinos para capturar animales en movimiento”. Esta revelación cambia la percepción de que simplemente filtran agua de manera pasiva.
El tornado del pico: una trampa ingeniosa
El pico del flamenco, con su estructura en forma de L invertida, está especializado para alimentarse boca abajo.
- Mediante la técnica de barrido (skimming), el flamenco empuja su cabeza hacia adelante mientras abre y cierra el pico rápidamente.
- Este movimiento genera vórtices tipo von Kármán, atrapando sus presas en pequeños torbellinos.
“No están solo filtrando partículas pasivas, están cazando activamente”, enfatizó Ortega Jiménez.
Además, este mecanismo podría inspirar el desarrollo de tecnologías, como filtros autolimpiables, sistemas de recolección de microplásticos y robots anfibios adaptados para moverse en terrenos fangosos.
La biomecánica del flamenco y su impacto en la ciencia
Ortega Jiménez, en colaboración con universidades de Georgia y el zoológico de Nashville, llevó a cabo estudios con:
- Modelos 3D de patas y picos para replicar el proceso de alimentación.
- Filmaciones con láser para analizar el flujo de agua en torno a los flamencos.
- Simulaciones computacionales que confirmaron la formación de vórtices en el agua.
También descubrieron que el “chattering” o cotorreo del pico multiplica por siete la cantidad de presas capturadas.
Un futuro de innovación inspirado en la naturaleza
Los hallazgos revelan que los flamencos son arquitectos del agua, creando estructuras en movimiento para mejorar su alimentación.
Ahora, los investigadores planean profundizar en el funcionamiento de su lengua tipo pistón y los bordes dentados de su pico, buscando nuevas aplicaciones científicas.
“Los flamencos han evolucionado para capturar eficientemente organismos diminutos y ágiles”— concluyó Ortega Jiménez.