El Woburn Safari Park, en Inglaterra, celebra la llegada un antílope que forma parte de la especie más amenazada de toda la Tierra: el bongo de montaña oriental. En la actualidad, solo existen menos de 100 ejemplares de este animal en estado salvaje en todo el mundo, por lo que su conservación es fundamental para mantener a esta especie en peligro de extinción.
Sin embargo, un nacimiento traería un poco de alivio a la situación del bongo de montaña oriental, una especie que se caracteriza por su particular pelaje marrón con franjas blancas. Dentro de los motivos principales de la pérdida de estos ejemplares se encuentran la caza humana y la pérdida de su hábitat natural.
Othaya, la bongo madre primeriza dio a luz a un ternero macho el pasado 16 de octubre , luego de un largo proceso de parto. El nacimiento de este antílope ilusiona a los especialistas que trabajan en la conservación de esta especie.
Tanto la madre como el recién nacido se encuentran resguardados en un entorno estable, donde permanecerán juntos por un tiempo para fomentar su vínculo en un entorno seguro y controlado, según lo informado por el parque.
El plan de la autoridades para mantener a esta especie
La decisión de las autoridades del parque de mantener a la madre y al cachorro juntos fue tomada con el objetivo de garantizar que el pequeño antílope se alimente correctamente y que la mamá se recupere bien del parto.
Además, este pequeño antílope se encuentra destinado a colaborar con la conservación de esta especie en el futuro, aunque las condiciones no están dadas para que lo haga en la naturaleza.
Por otra parte, los cuidadores del parque están esperando que una vez que alcance la madurez, el animal pueda trasladarse a otra reserva de vida silvestre donde forme su propio grupo reproductivo.
Las particularidades del bongo de montaña
Este antílope se caracteriza por vivir en parejas o en pequeños grupos familiares, sin mencionar su gran tamaño, ya que puede medir hasta 1,30 metros de altura, y los 2,50 de longitud, además de que puede llegar a pesar unos 400 kilos.
Sin embargo, y a pesar de su gran tamaño, suelen pasar fácilmente desapercibidos gracias a su coloración, que si bien es bastante vistosa, le sirve para camuflarse en la selva a la perfección.
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