Un grupo de expertos tratará de confirmar la pervivencia de los Tigres de Tasmania como especie tras dos posibles avistamientos que alumbran la esperanza de hallar un ejemplar vivo de ese animal, que se cree extinto desde 1936.
El tilacino, parecido a un tigre por las franjas que cruzaban su lomo, llegó a habitar en Australia y en Nueva Guinea, aunque a la llegada de los europeos en el siglo XVIII su población se concentraba principalmente en la isla de Tasmania.
En múltiples ocasiones se ha informado de posibles avistamientos, incluido uno en 2005 recogido entonces por la prensa local, en el que se habría fotografiado un ejemplar cerca de Lake St Clair, en el centro de Tasmania, pero que resultó no ser cierto.
La situación es distinta con los dos últimos avistamientos en Cape York, realizados por un veterano empleado del servicio de parques nacionales del estado de Queensland y de un excursionista que frecuenta esta remota zona salvaje de tierras aborígenes del norte de Australia.
Los avistamientos tuvieron lugar de noche y solo en uno de los casos se hizo con luces artificiales, a unos seis metros de distancia.
Los informes han despertado la curiosidad de un equipo de científicos de la Universidad James Cook que se han propuesto corroborar su veracidad instalando una cincuentena de cámaras en la zona para intentar fotografiarlo.