Autoridades en materia de conservación del ambiente en Australia dijeron haber utilizado la llamada de auxilio de un joven delfín para atraer a un grupo de estos animales a un lugar seguro, después de que quedaron varados en aguas poco profundas.
Especialistas capturaron al especimen y lo sacaron del agua en la costa de la ciudad de Albany, en el sur del país, y usaron su llamado para atraer a los demás delfines hacia mar abierto.
Un delfín murió en el incidente, pero desde un aeroplano que monitoreaba el progreso del rescate se informó que el resto -estimado en unos 150 ejemplares- salió sin problemas del atolladero.