El tortugo Jorge vive en el ex Acuario de Capital hace 40 años. No hay conocimiento que exista otro ejemplar de su misma especie que haya vivido tantos años en cautiverio. Con la creación del Centro de Conservación para la Biodiversidad, el municipio de Capital busca trasladarlo a un nuevo hogar con un mejor hábitat, y con la condición que no sea exhibido al público. El subsecretario de Ambiente de la comuna, Sebastián Fermani, expresó que estudian una alternativa en Mar del Plata, pero que el proceso no es nada fácil.
“La liberación a ecosistemas naturales del tortugo Jorge es muy difícil. Primero, porque pasó mucho tiempo acá, son casi 40 años en cautiverio, y por el comportamiento del animal tiene mucho riesgo de no sobrevivir. Está en un lugar donde le dan de comer, es un espacio controlado, lejos de todas las amenazas de ambientes naturales, como plásticos, bolsas, pesca”, sostuvo Fermani.
Por el momento no encontraron ningún santuario que reciba al tortugo Jorge, y la única opción es el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina (CRFMA) de Aquarium, en Mar del Plata, donde están dispuestos a recibir al animal que tiene entre 65 y 72 años, y superó ampliamente su expectativa de vida en cautiverio.
En esta búsqueda por encontrar un lugar mejor y más natural para esta especie Caretta- Caretta, detectaron que “por la edad que tiene el tortugo Jorge, no hay antecedentes en el mundo de ejemplares en cautiverio similares a él, lo que implica aún más un desafío”, indicó el funcionario de Capital.
Un nuevo hogar para el tortugo Jorge
Luego de las consultas que realizaron en instituciones nacionales e internacionales, la única posibilidad que hay por el momento es el Centro de Rehabilitación de Fauna Marina (CRFMA) de Aquarium, en Mar del Plata, donde tienen un recinto para el tortugo Jorge cinco veces más grande que en el que vive actualmente.
Además, una vez rehabilitado y en condiciones, tiene la posibilidad de pasar a una especie de bahía cerrada de 2 hectáreas donde podrá nadar casi como si estuviera en un hábitat natural.
“Nosotros tenemos premisas inamovibles para esto. Tiene que existir una infraestructura y gente que pueda hacer esa rehabilitación, garantizar mejores condiciones de vida que las actuales y que no haya una exhibición comercial del animal, que no exhibido al público, que no haya un fin comercial”, aseguró Fermani.
Con la creación del Centro de Conservación para la Biodiversidad, formaron una mesa de trabajo con especialistas, veterinarios, el Colegio de Abogados y diferentes actores, ante quienes el mes que viene presentarán formalmente esta propuesta para darle una mejor calidad de vida al tortugo Jorge.
“Hoy los paradigmas cambiaron y si podemos tomar una decisión para que él este mejor, si existe esa posibilidad, tenemos que tomar esa decisión como funcionarios, siempre y cuando se den esas garantías”, manifestó el funcionario de Capital.
Además, el plan para el ex Acuario es no exhibir más animales: “Con los que se queden el objetivo es garantizar un buen estado y no mostrarlos. Queremos generar un espacio de vanguardia para transmitir un mensaje de biodiversidad, utilizar herramientas de transmedia y realidad aumentada, porque hoy ya no es necesario exhibir al animal”.
La salud del tortugo Jorge
Hace casi un año, el acuario Municipal cerró sus puertas para el público y se transformó en el Centro de Conservación para la Biodiversidad. El principal objetivo es no exhibir más las especies acuáticas que habitan allí, y buscar un mejor lugar para el tortugo que habita en un recinto de un metro y medio de profundidad, 7 metros de diámetro y 20.000 litros de agua.
Para esto “desde el año pasado le realizamos exámenes para conocer el estado de salud del ejemplar, algo que no se había hecho en mucho tiempo, y no había información actualizada. Así plantear una alternativa seria, sobre todo teniendo en cuenta datos específicos”, señaló el subsecretario de Ambiente de Capital.
Lo midieron, lo pesaron, le hicieron radiografías y estudios de sangre. Hoy Jorge pesa cerca de 100 kilos, mide 1,20 metro de largo y 60 centímetros de ancho, y tiene una excelente salud. Tiene entre 65 y 72 años, y por el momento no encontraron en nigún lugar del mundo una tortuga Caretta- Caretta que haya vivido tantos años en cautiverio. De hecho, en su hábitat natural, no superan los 50 años.
“Se alimenta tres veces por semana con calamares”, indicó Federico Correa, el veterinario que se encarga de la salud del tortugo desde 2004. Y agregó: “Le ajustamos el agua marina en la que está a las misma condiciones que en el Océano Atlántico, ante la posibilidad que sea trasladado”.
Lo único seguro es que Jorge no puede ser liberado en el mar para que regrese a la naturaleza: “Si planteamos un traslado, el tortugo Jorge tiene que ingresar a un programa de rehabilitación, porque hace mucho tiempo que está en una profundidad de un metro y medio. Hay muchos aspectos de comportamiento del ejemplar que tienen que entrenarse en forma previa a pensar en liberarse en cualquier tipo de ambiente”, explicó Sebastián Fermani.
Y detalló: “Uno le cambia la profundidad y hay que ver si responde bien, si puede comer por sí solo, la temperatura, la salinidad del agua. Todos esos pasos tienen que darse previo a pensar en cualquier tipo de alternativa”.
La llegada de Jorge a Mendoza
El tortugo fue encontrado en 1984 en Bahía Blanca, lo que llamó mucho la atención porque se trata de una especie marina del Caribe, y era muy extraño que llegara hasta allí, y mucho menos con las bajas temperaturas del agua.
Fue rescatado y buscaron un lugar donde pudieran cuidarlo. A pesar de estar alejados del mar, Mendoza contaba con el Acuario y aceptó recibirlo.
El tortugo Caretta- Caretta fue trasladado en seco, en una caja que se hizo para especialmente para él, y de esa forma llegó a la provincia en ese mismo año.
Acá, luego de permanecer un tiempo, decidieron llamarlo Jorge, y de esa manera se convirtió en el tortugo más querido y reconocido en Mendoza, donde durante años recibió cientos de visitas de niños y de adultos, por lo que está muy acostumbrado a recibir visitas.