La provincia inició la campaña “Yo freno por la fauna”, para prevenir sobre el atropellamiento de animales silvestres. Sucede que, al iniciarse las vacaciones de invierno, se espera un incremento de la circulación de vehículos y la llegada de turistas para visitar los atractivos naturales de Misiones.
Más allá de esto, las pérdidas de especies por choques en las rutas es una problemática que se mantiene durante todo el año en la provincia. Los pocos animales que logran sobrevivir a ser atropellados suelen ser trasladados hasta el Centro de Rescate y Rehabilitación Güirá Oga, ubicado en Puerto Iguazú.
En diálogo con el portal PRIMERA EDICIÓN su director, Jorge Anfuso, explicó que “básicamente en el norte la preocupación grande es la ruta 19, la ruta 12, el Parque Nacional y 101. Son los sitios que nosotros estamos recibiendo más atropellamiento de fauna y lamentablemente apenas el 5% logra sobrevivir”. De tal forma, aseguró que “es bastante crítica la situación porque la mayoría mueren en el acto”.
Entre los datos que manejan, compartió que “el promedio de la ruta 12, del tramo que nosotros históricamente desde el año 2002 estamos monitoreando, tenemos entre dos y tres animales atropellados todos los días”. Sin embargo, analizó “hay momentos en que pasan seis, siete, ocho días y no tenés un atropellamiento y de repente te encontrás con que un día hay tres o cuatro animales atropellados”.
Aclaró que, a pesar de la preocupación por el incremento de los turistas que circulan por Misiones, “no podemos determinar realmente cuál es la causa porque estudiamos todas las variables que pueden ser, por ejemplo, temperaturas, intensidad de lluvias”.
Acerca de las especies más afectadas por los atropellamientos de fauna, nombró “desde comadrejas hasta gatos, pasando por osos meleros o los osos hormigueros chicos y Aguara Popé, que sería el osito lavador”. De todos ellos, reiteró que “los que sobreviven y pueden llegar a volver a la vida libre son muy poquitos, entonces es un desgaste terrible el que uno tiene porque se intenta por todos los medios tratar de llegar lo antes posible y lograr que todos sobrevivan”.
Anfuso resaltó además que, entre los animales silvestres atropellados en Misiones, “muchos de ellos son especies que están consideradas en peligro de extinción en situación de vulnerables”. Sumado a esto, existe el riesgo de la caza furtiva de especies protegidas, sobre todo en el norte misionero donde se encuentra la mayor biodiversidad.
Con los atropellamientos, las modificaciones en el ambiente natural de estas especies y la eliminación por la caza son agravantes que pueden incentivar a que “a este paso en 10 o 15 años vamos a notar una merma significativa en lo que respecta al avistaje de animales”. Con varias décadas de trabajo en la región, señaló que “antes se veía muchos más animales en los bordes de las rutas, pero hoy es muy difícil”.
Entre las acciones que usualmente se toman, como señalamiento de velocidades permitidas en zonas de áreas protegidas, comentó que “tampoco se puede llenar la ruta de radares, no hay compromiso de la gente y no le echemos la culpa al turista, porque el turista puedo asegurar que es muy poco el que anda rápido”. No obstante, mencionó que “el problema es aquellos que trabajan en la región, desde taxistas, colectiveros, camioneros”.
En un monitoreo de unos 22 kilómetros, Jorge Anfuso remarcó que desde el Güirá Oga también se intenta brindar información a todos los turistas que llegan para las visitas guiadas sobre el respeto a las velocidades máximas. A pesar de incentivar este respeto, en su experiencia relató que no es suficiente, ya que “lamentablemente los índices siguen siendo altos y cada vez cuesta más tratar de revertir la situación”.
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