Los microplásticos no solo se encuentran en el aire, sino también en el interior de los animales que muchas veces sirven de alimento, como es el caso de los peces. En este sentido, un grupo de científicos de la Universidad Estatal Amazónica descubrió que varias especies de peces destinados al consumo humano tenían en su interior este material nocivo para la salud.
La investigación comenzó a principios de 2023 cuando los expertos decidieron analizar las aguas fluviales y los sedimentos de la Amazonía ecuatoriana, más precisamente en la región de Pastaza, Ecuador. Para septiembre de ese mismo año, los investigadores encontraron partículas de microplástico en los tractos digestivos de pescado comestibles capturados en el mismo río.
Estas diminutas piezas de plástico, provenientes de polímeros sólidos menores a cinco milímetros, pueden llegar a la sangre, provocando problemas de salud. Esto se debe a que suelen contener sustancias químicas tóxicas, como también absorber contaminantes del entorno. Por esta razón, quienes consuman los peces con este material en su interior pueden estar expuestos a riesgos para la salud a largo plazo.
Ricardo Burgos, docente titular de la UEA y coautor del estudio, explicó que los microplásticos traspasan los tejidos de los peces y causan alteraciones hormonales. “Hay consecuencias en muchos aspectos, desde el comportamiento hasta la fisiología”, afirmó Burgos.
Hasta el momento, todavía no se sabe cuál es el impacto de los microplásticos en la cuenca amazónica, razón por la que evalúan realizar una “revisión de estudios mucho más amplia”. En esta región del Amazonas se encuentran diferentes especies de peces migratorios de largo, mediano y corto alcance que pueden transportar estos elementos en sus sistemas digestivos, como es el caso del bagre dorado y el bocachico.
Preocupación por la aparición de microplásticos en peces de río
Noemí Castro, una de las autoras del informe “Comparación de la presencia de microplásticos en el tracto digestivo de peces para el consumo humano en una zona urbana y rural de la provincia de Pastaza”, mencionó que se sorprendieron al encontrar mayor presencia de estas partículas en la zona rural.
En este sentido, los investigadores detallaron que hallaron 18 tipos de microplástico en los estómagos de cinco peces capturados en el río Cononaco, en el interior del Parque Nacional Yasuní, y 11 variedades de este tipo de material presentes en cuatro peces atrapados en el río Puyo.
Los expertos aseguran que la presencia de microplásticos en los ríos y sus peces “es un problema complejo”, por lo que necesita de soluciones, también complejas, como reemplazar los polímeros por materiales biodegradables o degradar los desechos plásticos.
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