Pegajosa. Naranja. Robusta. Con manchas rojizas sobre la piel. La nueva rana zombie descubierta en el Amazonas asombró al equipo de biólogos de Senckenberg por su inexplicable capacidad de esconderse bajo la tierra.
Después de meses de estudio, se dieron cuenta de que no estaban observando a una, sino a tres especies diferentes con las mismas características base. La selva húmeda sigue albergando especies inéditas para la ciencia.
El descubrimiento será publicado por la revista Zoologischer Anzeiger. Al parecer, las ranas pertenecen a la familia de ranas de boca estrecha, que generalmente son pequeñas y redondas. Estos anfibios viven en todo el mundo, escondidos debajo de la tierra por la necesidad de mantener sus pieles humectadas.
Esta condición obligó a los investigadores a, literalmente, sacar las ranas del suelo con sus propias manos para poder analizarlas. Sólo en la temporada de lluvias pesadas es que las ‘ranas zombie’ salen a la superficie, ya que el agua les permite mantenerse lo suficientemente húmedas para sobrevivir.
Además, los hábitats de estos anfibios son de difícil acceso para la investigación científica. Fue esta misma característica la que inspiró el nombre, según informa el Dr. Raffael Ernst, de las Colecciones Históricas Naturales de Senckenberg en Dresden: «Este escenario un tanto inquietante y fangoso también nos inspiró a usar el nombre de zombie Synapturanus.»
Apenas 40 milímetros
A pesar de su apariencia robusta, según el equipo de biólogos, las tres especies identificadas apenas alcanzan los 40 milímetros de longitud y cuentan con 12 características en común, que las agrupan bajo el género Synapturanus. El equipo de Ernst estima que se extienden a lo largo de la selva húmeda de Guyana, Guayana Francesa y el norte de Brasil.
Ernst asegura que la ciencia ha prestado poca atención a este género. Más que nada, por lo complicado que es encontrarlas y adentrarse en su ecosistema. Además, explica el experto, sus áreas de distribución son realmente reducidas. Aunado al hecho de que se esconden bajo tierra, la observación se hace casi imposible.
Encima de todo, los llamados típicos de la especie son «bastante difíciles de diferenciar», según escriben en la investigación. Sin embargo, el descubrimiento de la ‘rana zombie’ del Amazonas abre un nuevo terreno fértil para la investigación biológica. Mientras tanto, Ernst asegura que en la selva más grande del mundo habrá al menos seis más, todavía no observadas.