El Arroyo del Rey, en Ingeniero Budge, se convirtió en una trampa para dos perros que debieron ser rescatados por los Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora. Todo comenzó cuando un grupo de vecinos se dio cuenta que sobre el montículo de basura, debajo del puente, se encontraban dos de estos animales de compañía.
Al darse cuenta que no había forma de sacarlos de ahí, los vecinos llamaron a los bomberos para que se acercaran al cruce de las calles Necol y Ayolas para dar auxilio a estos animales.
Se cree que los perritos llegaron hasta allí nadando para evitar ahogarse. Sin embargo, no tenían ningún lugar donde volver a subir, dado que la altura del paredón, que hizo que fuera imposible que salieran del arroyo sin ayuda.
Una vez que los bomberos llegaron al lugar, colocaron cuidadosamente una escalera para poder bajar a rescatarlos, y subirlos nuevamente a la superficie. Este problema es frecuente en la zona, ya que son varios los animales caídos en el arroyo que no pueden salir sin la ayuda de Defensa Civil o los bomberos, por lo alto que son los muros.
Un rescate de amor
Para los Coen, este año no fue una vacación cualquiera. Viajaron dos veces desde Buenos Aires a Valle Fértil (San Juan): la primera, se enamoraron de un perro llamado Murci; la segunda, volvieron en una visita relámpago para adoptarlo. Verónica, su esposo e hijo conocieron a Murci, un perrito negro de cinco meses, durante su estadía en la finca Elsa, donde el perro se instaló rápidamente con ellos, creando un vínculo especial.
Decididos a llevar a Murci a casa, la familia organizó un viaje relámpago desde Buenos Aires. A pesar de los desafíos logísticos, lograron recogerlo y regresaron en un trayecto de 2.400 kilómetros. Durante sus primeros días en Buenos Aires, Murci logró adaptarse bien a su nueva vida. La familia, que también tiene un caniche de 14 años, está encantada con su nuevo integrante, que disfruta de las salidas a la plaza y de su nuevo hogar.
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