Así lo manifestó Scott Stringer, uno de los funcionarios municipales al mando de una auditoria que está teniendo lugar sobre la importante presencia de los roedores en la ciudad americana, según publica Daily News.
Tal y como indican datos oficiales publicados en medios estadounidenses, las quejas de los ciudadanos sobre la invasión de ratas en las calles realizadas por teléfono y por Internet aumentaron de 22.300 en 2012 a 24.586 en 2013. ‘Son un insulto diario nauseabundo para los neoyorquinos, sea que pasen rápidamente por los pies de la gente en las aceras, invadan casas donde duermen niños o deambulen numerosamente en los restaurantes’, indicó Stringer.
La investigación desveló que el Departamento de Salud local no posee un programa eficaz para acabar con estos roedores y señaló que, además, los inspectores no respetan siempre los protocolos. ‘Sin una respuesta vigilante y rápida de Nueva York ante las quejas de los ciudadanos, el problema no se resolverá y se volverá recurrente’, añadió el funcionario.
De acuerdo con la auditoría, no se realizaron controles después de las quejas en 24% de los casos examinados, y en algunos de ellos las acciones se interrumpieron antes de tiempo y nunca se completaron. Stringer también explicó que el departamento responsable no comunicó a algunos propietarios las órdenes dictadas para eliminar a las ratas, lo que conlleva el aumento de riesgo en la reproducción de los roedores y la expansión de infecciones en los barrios.
Por su parte, el Departamento de Salud publicó un comunicado en el que expresó su disconformidad con el análisis realizado y donde aseguró que ‘las conclusiones del examen son equivocadas porque están concentradas solamente en las quejas e ignoran el hecho de que es sólo una pequeña parte del enfoque global del Departamento descubrir la presencia de ratas, informar a los propietarios cómo combatirlas y hacer que sean exterminadas’.