Enojado con sus vecinos por cuestiones de convivencia, un hombre envenenó a los perros de su cuadra. Para ello, optó por una de las más crueles medidas: poner clavos en salchichas.
El hecho no sólo es indignante, sino que también es preocupante ya que donde aparecieron los perros muertos suele haber niños jugando.
Según trascendió, el sospechoso es un vecino de la zona que discutió con los dueños de los animales por los excrementos que dejaban. El Código Penal español contempla penas de tres meses a un año de cárcel para la persona que maltrate o cause la muerte de un animal.
La policía ya tiene la descripción física del presunto autor de la muerte de los dos canes, aunque admitió que es difícil poder atraparlo in fraganti.
